• 03/11/2009 01:00

Panorama político...

Lo mejor que puede sucederle al gobierno de Ricardo Martinelli es el surgimiento de una seria oposición política. Sobre todo porque, con...

Lo mejor que puede sucederle al gobierno de Ricardo Martinelli es el surgimiento de una seria oposición política. Sobre todo porque, con la fuerza electoral que conquistó en las elecciones recién pasadas, y un 90% de aceptación del público hoy día, según encuestas (D&N/10-09), reduce la natural erosión que el tiempo causa al poder y, además, puede funcionar como un colchón de seguridad para soportar golpes.

La oposición, cuando se enfrenta a un gobierno débil por falta de carácter o sin base popular, tiene la tentación de jugar sucio (frecuentes disturbios injustificados). Este no es el caso con Martinelli, y más bien las protestas exageradas podrían fortalecer al gobierno.

Los partidos de oposición pueden ganar simpatías si sus críticas y denuncias son apreciadas como necesarias y correctas. De lo contrario, se harían daño ellos mismos. Al gobierno le corresponde atender las denuncias y las críticas, para corregir errores. Esta es la ventaja de la democracia con participación ciudadana, libre y diversificada.

El papel de los medios de comunicación es vital, y todos esperamos que jueguen, con profesionalismo, su papel de “ guardianes ” del Bien Común, objetivo y finalidad última de todo gobierno.

Desde la oposición llegan aires nuevos: El nuevo CEN provisional del poderoso PRD anuncia una oposición enraizada en el torrijismo original, al decir del dirigente Mitchel Doens: “ Ni con la izquierda, ni con la derecha ”, una especie de cura en salud, por ver.

Desde las “ izquierdas ” se oyeron gritos de guerra, con los tradicionales argumentos clasistas y revolucionarios. La mención de Juan Jované como posible candidato presidencial, anticipa un elemento interesante.

Llegan voces, también, desde el Partido Popular, sobreviviente de su alianza con el perdedor PRD: pero, dispuesto a renovarse, según Milton Henríquez, en busca de su beligerancia perdida y sus raíces, también perdidas.

Los diferentes mensajes políticos son, todos, de cajón y, por ahora, no se espera que anuncie, ninguno, nada comprometedor. Pero; tendrán que mejorar su discurso, pues, desde la renovación de la democracia, tras el derrocamiento de Noriega, el pueblo, no “ las masas ”, ha madurando y cuenta con grupos de presión y de intereses diversos, independientes de los partidos políticos.

El equipo de Martinelli debe responder y ocuparse principalmente de sus responsabilidades como gobierno. El grupo está lleno de presidenciables. Junto a Varela, Mulino y Vallarino, de repente surgen otros u otras. Si se mantienen unidos, y Martinelli sigue como ha empezado, la oposición deberá presentar una muy buena estrategia y candidatos de primera. La oposición debe ganar credibilidad, con inteligencia, al igual que el gobierno, porque el pueblo, el de entonces, ya no es el mismo.

*Comunicador social.miguelespinop@hotmail.com

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