• 04/01/2010 01:00

¿Por qué Taipei y no Beijing?

Por años me he hecho esta pregunta y al indagar a personajes de distintos gobiernos, que se supone son conocedores del tema, no he recib...

Por años me he hecho esta pregunta y al indagar a personajes de distintos gobiernos, que se supone son conocedores del tema, no he recibido respuestas concretas, salvo una que parece plausible, considerando el poder de persuasión de los gringos. Al preguntarle a uno de estos personajes de gobiernos anteriores, su respuesta fue: “Mira, Tito, Panamá es la joya de la corona del escaso y poco importante, en términos de geopolítica, grupo de países que mantienen relación diplomática con el gobierno de Taiwán; si le retiramos nuestra representación, causaríamos un efecto de dominó al resto del grupo y Taiwán se quedaría sin relación diplomática de que hablar”. Añadiendo que Panamá había hecho intentos en el pasado, pero que los fulos presionaban para que no lo hiciéramos, porque a ellos, aun cuando no reconocen a Taiwán, les conviene que tengan canales diplomáticos de comunicación con países amigos mutuos y nosotros les hacemos el mandado, sobre todo evitando el efecto dominó antes mencionado. ¡Interesante explicación!

Admito que soy partidario de cambiar la estructura de relación actual, reconociendo y estableciendo relaciones diplomáticas con la China Popular y manteniendo relaciones comerciales con Taiwán.

No escondo mi predilección; soy miembro y ex tesorero de la Asociación Panameña de Amigos de China (APACHI). He visitado la China Continental y admiro su impresionante desarrollo económico.

Aparte de mis consideraciones personales, pienso que nuestros gobiernos no han tenido la visión geopolítica correcta (peor si la tesis de la influencia gringa es cierta) de reconocer el hecho de que en el tinglado mundial la China Popular pesa más que Taiwán. China Popular es la tercera potencia económica mundial, sin incluir Hong Kong. Está arriba de Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia. Solo la sobrepasan EE.UU y Japón, pero como ambos países están en recesión y la China mantiene un crecimiento estimado en 5% anual, se pronostica que en pocos años sobrepasará a Japón. La diferencia en el PIB de ambos es solo 3%. Taiwán es el número 26 en el ranking global. China Continental es el principal acreedor de EE.UU; su inversión en ese país sostiene la economía americana; un retiro de su posición en dólares causaría un pánico mundial.

Su moneda oficial, el Yuan Renminbi, compite con el Dólar y el Euro como posible futura moneda de referencia global. Y lo que es más importante para nosotros lo panameños, China Continental es el segundo usuario de nuestro Canal en tráfico de carga después de EE.UU, lo que la coloca como un cliente de la más alta consideración. Taiwán ocupa el 13 lugar en tráfico de carga. Es obvio que una relación diplomática con China en vez de que con Taiwán tiene todo el sentido del mundo.

Nuestra tozudez en mantener la estructura de relación con las dos Chinas causa alta perplejidad ante un análisis, somero, pero válido, como el de arriba sobre las posibles ventajas políticas y económicas que ofrecen a nuestro país cambiar la actual estructura. Y surge de nuevo la pregunta obvia: ¿Por qué no lo hacemos? La ausencia de una clara respuesta de política de Estado que explique, justifique y responda la pregunta y a sus consecuentes conjeturas, crea toda clase de suspicacias ante el historial no muy sano de la costumbre de Taiwán de utilizar la diplomacia de chequera para mantener vigentes sus pocas relaciones formales con otros países, siendo Panamá, como una vez me explicaron, la joya de la corona dentro de las naciones amigas de Taiwán.

Aún recuerdo con dolor como en Managua ante un escenario de pobreza, el Gobierno de Taiwán dona al Gobierno del presidente Alemán una Casa Presidencial de $3 millones, cuando un regalo más noble hubiese sido un Hospital Pediátrico por ese mismo precio. Cierro sin hacer mayor referencia al caso de nuestro Museo del Tucán.

*Ingeniero.titojaen@gmail.com

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