• 13/05/2010 02:00

Las lecciones de las reelecciones

En la Universidad de Panamá la Ley Orgánica prohíbe la reelección del rector, así como la Constitución prohíbe la reelección del preside...

En la Universidad de Panamá la Ley Orgánica prohíbe la reelección del rector, así como la Constitución prohíbe la reelección del presidente de la República. Sin embargo, tal parece que en Panamá puede suceder cualquier cosa.

En la Universidad, con más de una década en la Rectoría, el rector ha creado una estructura de poder que, amparado por la autonomía universitaria y un supuesto referéndum, pretende cambiar la Ley Orgánica para quedarse como rector hasta que la Parca lo llame a capítulo. Como bien decía el Dr. Bernal, este “ raro ” referéndum sería “ ponderado ”, o sea, que el voto individual de los administrativos, profesores y estudiantes no vale igual.

El resultado del supuesto “ referéndum “ universitario es previsible, porque ningún administrativo o profesor va a votar en contra del que lo nombró y le paga, y muchos líderes estudiantiles y estudiantes que reciben de alguna manera salarios o subsidios universitarios, tampoco van a votar en contra. Y encima existe una furiosa campaña de acoso y hostigamiento a todo el que se oponga a la reelección del magnífico rector.

Pero como se trata de una Ley Orgánica, la única manera de reformarla sería por la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional de Diputados. Y aquí tenemos una situación curiosa, pues, la idea de la reelección también es acariciada por el Ejecutivo, y de esto pretende aprovecharse el rector para conseguir la aprobación del Gobierno. Negar la reelección del rector sería de alguna manera negar la reelección presidencial. Curiosamente, los métodos con los que se pretenden conseguir estas reelecciones son muy similares: reformar la Ley basados en una “ Consulta Popular ”. El caso de Chávez en Venezuela es un ejemplo patético de los resultados de estas “ Consultas Populares ” manipuladas.

La reelección, como muy bien saben los mexicanos, es sinónimo de corrupción. En este país hubo una guerra civil por una reelección. Un funcionario honesto no temería que, terminado su periodo, otra persona ocupara su puesto. Pero alguien que ha acumulado vicios y corrupciones, sabe que el que va a ocupar su puesto va a descubrir y a denunciar estas anomalías. Aparte de esto, muchos de estos funcionarios no están dispuestos a dejar sus jugosos salarios y privilegios, que aspiran a tener indefinidamente.

En Panamá, en ambos casos los factores de poder son una ventaja injusta para los candidatos que aspiran al cargo. La única diferencia es que en el caso del Ejecutivo, el referéndum tendría que ser “ de verdad ”, y a nivel nacional, y no dudo que si este Gobierno resuelve el problema de la inseguridad y delincuencia, mete preso a los funcionarios corruptos de alto nivel, baja significativamente la canasta básica y los índices de pobreza, la reelección será un hecho.

*Ingeniero agrónomo.eesquivelrios@gmail.com

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