• 07/08/2010 02:00

Urgencia, en el Complejo Metropolitano, del Cuarto de Urgencia

Transcurrido dos años de la inversión de 25 millones de dólares de un nuevo cuarto de urgencia en el Complejo Hospitalario Metropolitano...

Transcurrido dos años de la inversión de 25 millones de dólares de un nuevo cuarto de urgencia en el Complejo Hospitalario Metropolitano (CHM), la nueva Dirección Nacional de los servicios de la salud, no ha logrado sacarlo de su URGENCIA Administrativa, operativa y funcional. En el cuarto de urgencias del CHM encontramos una imagen de hospital de campaña en plena guerra civil.

Es un área que combina atención primaria, atención de urgencias y hospitalización, es un generador de ansiedad e insatisfacción al usuario que llega en busca de ayuda, al encontrar: Salas de espera saturadas; gente buscando desesperadamente camillas; pacientes en camillas o sillas de rueda inapropiadas para una enfermo grave; escuchar lamentos por su enfermedad o quejas por la atención prestada; ver pacientes abordados y examinados por médicos en la privacidad del pasillo; inmovilizados que hacen evacuación de excretas en los pasillos, frente de otros pacientes y algunos familiares; soportar largas esperas para su atención por los especialistas y subespecialistas, que tienen turnos por disponibilidad; encontrar familiares llevando a pacientes a radiología por falta de mensajeros; tiempos infinitos para realizar estudios de radiología; esperas para subir a las salas de hospitalización, si es que lo logra; escuchar gente preguntando por sus parientes y la respuesta de los funcionarios ‘por allí debe estar el paciente y el médico que lo vio ya subió a sala, venga mañana’.

No hay dudas de que esta situación desconoce las declaraciones universales de los derechos del paciente, la bioseguridad del área hospitalaria, y el costo para el sistema de la insatisfacción de usuario.

La atención en urgencias es en esencia extraordinaria, asociado a una condición que a juicio del usuario le compromete la vida o le genera gran incomodidad, en la práctica esto no ocurre siendo los porcentajes en promedio de urgencias verdaderas en el CHM menor de un tercio.

En el Complejo Hospitalario Metropolitano el problema es de causas múltiples entre ellos podemos enumerar:

Del sistema: Movimiento lento de las camas hospitalaria con la consecuencia de poca disponibilidad de camas para hospitalizar; la ingeniosa idea de hospitalizar pacientes en los cuartos de urgencias y en camillas, sitios estos no habilitados para este fin; lenta respuesta y evaluación de los especialistas y subespecialistas por turnos de disponibilidad a los pacientes de urgencias, quienes usualmente no le dan la cara al usuario, pues mandan a los residentes; lenta llegada de los resultados de laboratorios y radiología; no hay estrategias de desconcentración y descentralización de los servicios de salud (todo lo opuesto, nombran más médicos para ver pacientes no urgentes en el Complejo Hospitalario Metropolitano), uso inadecuado de las herramientas de gestión.

Del usuario externo: que lo utilizan como atajos, como una forma de evitar el paso por la atención primaria o por la falta de cupos en la atención primaria o para la atención especializada, y en otras ocasiones su mal uso está asociado a problemas de percepción de la gravedad de la enfermedad o somatización por ciertas realidades sociales, todo lo mencionado tiene como efecto la disminución de la accesibilidad de estos servicios destinados para quienes la vida está en peligro.

Asegurados, la mala administración de los servicios de salud que brinda la Caja de Seguro Social, es una responsabilidad exclusiva de la Dirección Nacional de los Servicios de Salud, bajo la supervisión del administrador general y de la Junta Directiva, no podemos seguir permitiendo que algunos piensen que es suya y nos mantengan en URGENCIA permanente con sus amiguitos administrando.

*PACIENTE ASEGURADO.

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