El fracaso de Cochez

Uno de los primeros nombramientos de este Gobierno fue el de Guillermo Cochez como embajador ante la OEA. Así se cumplía uno de los eternos deseos de Cochez. Ya en la administración de Martín Torrijos había aspirado a ese importante cargo, pero abortó. Entonces emprendió una campaña implacable contra Torrijos, porque éste prefirió nombrar al Dr. Aristides Royo. Desde su llegada a la OEA, Cochez se dedicó a criticar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Sus discursos los grababa y los difundía por todo el continente. Los enviaba de preferencia a sus amigos políticos en Panamá. Recibía felicitaciones de otros embajadores que, con discreción, observaban su comportamiento. Eso aumentó el ego del novel embajador. Sus planteamientos continuaban sin parar. Así transcurrió su primer año como embajador ante la OEA.

Pero luego las cosas cambiaron a nivel de la relaciones de Panamá con Venezuela. Se nombró a Pedro Pereira, embajador de Panamá en Venezuela y a partir de ese momento las relaciones diplomáticas comenzaron a normalizarse. En una reciente cumbre de presidentes, el presidente Martinelli declaró su simpatía por Chávez. Se anunció sobre una posible visita oficial del presidente Chávez a Panamá, y la firma de algunos convenios entre ambos países. Cochez ha sido llamado por la Cancillería panameña, pero éste no ha dicho nada sobre su triste situación. El secretario de Comunicación del Estado, Alfredo Prieto, aseguró que Cochez ‘se contrapuso a las discreciones de acá (del Gobierno) en su discurso ante este organismo’, en donde hizo fuertes críticas al gobierno de Chávez. Pese a todo, Cochez no ha tenido el valor civil y moral de cumplir con una actitud digna y simple, renunciar.

*LICENCIADA EN RELACIONES INTERNACIONALES.