• 13/08/2010 02:00

El cinismo de las tabacaleras

Con el acostumbrado desprecio por la verdad que caracteriza a los altos ejecutivos de la industria tabacalera, el Sr. Federico Jenkins, ...

Con el acostumbrado desprecio por la verdad que caracteriza a los altos ejecutivos de la industria tabacalera, el Sr. Federico Jenkins, director de Legal y Asuntos Corporativos de British American Tobacco para América Latina, declaró el miércoles 11 de agosto, en una entrevista en noticias AM de TVN, ‘que las medidas drásticas para frenar el consumo de tabaco no dan resultados, el consumo de cigarrillos sube en Panamá y señaló además, que hay más fumadores que hace un año, porque el producto es más barato debido al contrabando’.

¿Qué evidencias tiene el Sr. Jenkins de que el consumo de cigarrillos ha subido en Panamá?, ¿habrá realizado alguna encuesta o estudio que le indique esta realidad, o se trata simplemente de una afirmación demagógica muy característica de los ejecutivos de la industria tabacalera?, ¿qué dicen los estudios realizados por el Ministerio de Salud, con el apoyo de organismos internacionales, sobre la prevalencia en el consumo de tabaco en jóvenes para dar un solo ejemplo?

En el año de 2002, el 32.2% de los estudiantes había fumado alguna vez en su vida (chicos, 36.2% y chicas, 27.7%) y 18.3% consumía algún producto de tabaco en el 2002, de los cuales el 13.2% fumaba cigarrillos en ese año. En el año 2008 la misma encuesta nacional demostró una reducción al 16.1% de prevalencia de los estudiantes que habían fumado cigarrillo alguna vez en su vida (chicos 21.7%, chicas 13.0%) y solo el 8.3% consume en la actualidad algún producto de tabaco. Es decir, para mala noticias de las tabacaleras, los jóvenes panameños están fumando menos ahora, que antes. ¿De dónde saca este señor sus aseveraciones?

Es un hecho histórico que todos los ejecutivos de las empresas tabacaleras han mentido en forma consistente a lo largo de la siniestra historia de esta industria. Le mintieron al mundo cuando decían que no había evidencias que demostraran que el tabaco producía daños y tenía sustancias que lo hacían sumamente adictivo. Allí están los juicios que se le siguieron a estos ejecutivos de la industria tabacalera en los Estados Unidos y las decenas de miles de informaciones desclasificadas, que demuestran con claridad la manipulación que las tabacaleras hacían y hacen del mortal producto que producen y comercializan.

Con respecto al contrabando, es donde más aflora el cinismo de éste ejecutivo de la British American Tobacco. Cada año aproximadamente 400000 millones de cigarrillos, o un tercio de todos los cigarrillos que se exportan legalmente, terminan siendo contrabandeados ilegalmente a través de las fronteras internacionales. ¿Saben ustedes quiénes están detrás de este fabuloso contrabando mundial? La industria tabacalera, y sobre ello existen evidencias contundentes. Basta estudiar el caso de los cigarrillos de la marca Belmont, que generó una guerra comercial entre la Phillip Morris y la British American Tobacco. Ambas compañías utilizando el territorio panameño contrabandeaban el cigarrillo hacia Colombia y Venezuela. El gobierno de Colombia llevó a juicio a las tabacaleras. Una de las estrategias legales de la Phillip Morris en este caso, fue el traslado de todos sus registros concernientes a muchas de sus actividades ilegales a Suiza, a fin de evadir la vigilancia de los gobiernos que son victimizados por sus actividades ilegales.

¿Cómo sabe el Sr. Federico Jenkins que el 55% del tabaco que se consume en el país viene del contrabando?, ¿algún funcionario de Aduanas trabaja para la British American, o él lo sabe porque ellos realizan el contrabando? Hubiese sido interesante que el periodista le preguntara a este ejecutivo de dónde saca las cifras.

Es importante señalar que toda la evidencia científica indica con certeza, que aumentar los impuestos nacionales a los cigarrillos es una de las maneras más eficaces para que un país pueda incrementar sus ingresos y reducir el consumo de cigarrillos, especialmente entre los jóvenes, a pesar del aumento del contrabando que puede causar dichos gravámenes.

La cantidad de cigarrillos de contrabando en cualquier país, y eso lo sabe el Sr. Jenkins, tiene menos que ver con las tasas de impuesto al cigarrillo que con las políticas estatales relacionadas con el contrabando de cigarrillos, la lucha contra la corrupción y los esfuerzos para aplicar la Ley.

La industria tabacalera ha desarrollado una ofensiva para doblegar al gobierno de Ricardo Martinelli con la intención de derogar los impuestos, disminuir los efectos de la Ley Antitabaco, eliminar la reglamentación que prohíbe la exhibición de marcas de cigarrillo. Al final, lo que desean es que se incremente el consumo de este veneno.

Esperamos que las autoridades panameñas, particularmente el Ministro de Salud y todo su equipo técnico, sepan darle una respuesta contundente a esta actitud criminal de las compañías tabacaleras y que el presidente ponga los intereses del pueblo primero antes que los intereses de las tabacaleras.

*INGENIERO Y ANALISTA POLÍTICO.

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