• 30/10/2010 02:00

La sociedad correcta

Los l iberales y conservadores por igual, tenían el asunto perfectamente previsto. La inmensa mayoría de los círculos de negocios, son c...

Los l iberales y conservadores por igual, tenían el asunto perfectamente previsto. La inmensa mayoría de los círculos de negocios, son círculos familiares, en los que la propiedad y la participación en los mismos se traspasan como una herencia. Las capas altas aseguraban así el control de los medios de producción en la economía capitalista, exigían ciertas normas de comportamiento social a sus pares, y garantizaban el continuo control empresarial a través de la institución de la familia.

Los tratos con el gobierno —en el sistema mercantilista perfecto—, se daban, bien cuando estaban de un lado del poder, representando al Estado, bien cuando se estaba del otro lado del poder, representando al ciudadano. El negocio seguía siendo negocio, por cualquiera de las dos partes.

Lo único es que los liberales tuvieron una visión más amplia y le dieron a los pobres un medio de superación, para que participaran en su porción de la riqueza nacional: la educación. Si te educabas bien y tenías buenos modales y actuabas según las normas generalmente aceptadas y aceptables, también tenías oportunidad de escalar en el mundo empresarial.

Este sentido o molde de la forma social de estructurar la democracia, no admite disenso, ni idea que se salga del libreto, ni declaraciones que asusten al poder. Para quien disiente, el castigo es el rechazo social, que, dependiendo de quién se trate, puede ser el rechazo de todo su grupo directo e indirecto. Un verdadero paria, en medio de gran abundancia, por ‘ejercer el derecho’ a pensar diferente. Después de todo, a aquí no vinimos a pensar diferente... ni siquiera vinimos a pensar. Vinimos a hacer dinero, y esas son las consecuencias para todo aquel que no se amole, como dicen los mexicanos.

El patrón se difunde por toda América Latina, y del señorío español y caudillista, pasamos al señorío criollo. Los países con más oportunidades reales son aquellos que fomentan estructuras de negocios al margen de las familias. Los países con más oportunidades reales son aquellos que valoran la tecnología y el capital humano, a la par del dinero de inversión. Y los países con más oportunidades reales, son aquellos en los que el crédito no es el privilegio de unos pocos.

Esos son los retos y la democracia real el camino. Maquiavelo estaba equivocado: todo lo que hacen los medios es justificar el fin. Así es que la democracia se debe dejar acompañar de la ausencia de violencia, para alcanzar las metas de las transformaciones reales que requieren nuestras sociedades.

Estamos frente a un escenario en el que todo se vende y todo se compra al mejor postor. Cuando debiéramos aprovechar la coyuntura para ser más horizontales y profundizar nuestros cambios estructurales; lo único que hacemos es reforzar las conductas verticales, y olvidarnos de la institucionalidad, de los cambios para cambiar, no para que nada cambie.

*ABOGADO.

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