• 12/11/2010 01:00

Elecciones en Estados Unidos

El martes 2 de noviembre del 2010 se celebraron las elecciones parlamentarias de medio término en los Estados Unidos, para escoger la to...

El martes 2 de noviembre del 2010 se celebraron las elecciones parlamentarias de medio término en los Estados Unidos, para escoger la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado de esa nación. Los resultados de dicha elección evidenciaron una derrota contundente para el presidente Barack Obama y para el Partido Demócrata.

Hasta el momento, las cifras indican que el Partido Republicano obtuvo 239 cargos en la Cámara de Representantes contra 189 de los Demócratas, de un total de 435. Se requiere de 218 representantes para tener la mayoría. Hay 8 puestos que todavía están en proceso de adjudicación. Es evidente que con estos números los Republicanos estarán en control de esta parte del Órgano Legislativo norteamericano.

A pesar de esta gran victoria, el Partido Republicano no tiene un claro programa que ofrecer para el futuro de la nación norteamericana. La propaganda electoral de estos comicios se centró en ataques personales e ideológicos, más que en ofrecer una alternativa para reconstruir la economía norteamericana y devolverle la fe al ciudadano en el sistema de partido y de representación. La nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes tendrá que presentar una propuesta para abordar el grave problema del desempleo, la lenta recuperación de la economía, el reordenamiento del sistema financiero y la revitalización de los pilares de la economía.

A nivel del Senado de los Estados Unidos, los resultados indican que el Partido Demócrata mantiene la mayoría con 53 senadores, mientras los republicanos mantienen 46 y uno permanece independiente. Aunque los demócratas mantienen la mayoría, perdieron terreno en este campo.

En las elecciones para escoger el tercio de senadores que iba a la contienda, es importante señalar que el líder demócrata del Senado, Harry Reid, ganó su escaño en Nevada con una ventaja mayor de lo esperado. También lo hizo la veterana senadora de California, Bárbara Boxer. Dos de las más importantes victorias republicanas fueron las de Rond Paul (hijo de uno de los históricos situados más a la extrema derecha) en Kentucky y la del descendiente de cubanos, Marco Rubio en Florida, quien, a pesar de ser un conservador moderado, recibió el apoyo del Partido del Té. La republicana conservadora, Christine O’Donnell, una de las principales abanderadas del Partido del Té, fue derrotada en Delaware.

No es la primera vez en la historia política reciente de los Estados Unidos que un presidente en su primer término recibe una derrota de esta magnitud. Así le ocurrió a Ronald Reagan y a Bill Clinton, ambos ganarían la reelección presidencial correspondiente.

¿Qué significa esta nueva correlación de fuerzas en los Estados Unidos para América Latina en general, y para Panamá en particular? Las últimas administraciones norteamericanas han carecido de una estrategia coherente para bregar con nuestro continente. Los norteamericanos están atrapados en Irak y Afganistán y viven obsesionados con los criminales atentados del 11 de septiembre.

Todo parece indicar que no habrá cambios fundamentales en su aproximación hacia América Latina, es probable que Obama, los demócratas y republicanos, se peleen por el voto de los hispanos en los Estados Unidos, pero no desarrollarán programas específicos que incrementen su influencia en la región latinoamericana y que permitan abordar la compleja situación política, social y económica que vive la Región.

La política de la Administración Obama hacia Panamá no va a tener cambios sustanciales. Los Estados Unidos seguirá preocupado por el incremento de las actividades del crimen organizado en general, y del narcotráfico en particular, no obstante, no se prevé un incremento de la ayuda de ese país a Panamá en este campo. Además, en la agenda estarán los temas de la justicia, migración, refuerzos de la institucionalidad y libertad de expresión. Habrá mucha diplomacia, pero no se esperan cambios radicales ni apoyos materiales sustanciales en la lucha contra el crimen organizado.

Una rápida mirada hacia el continente indica con claridad que en términos globales, América Latina se mueve hacia la izquierda y busca nuevos aliados estratégicos. Los grandes países asiáticos (China Popular, India y Japón), buscan nuestros mercados al igual que lo hace Corea del Sur y Taiwán. Gran parte de los nuevos compromisos en exploración de materia prima vienen de estos países asiáticos hacia la región latinoamericana.

El abandono de los Estados Unidos de América Latina, durante las últimas dos décadas, ha tenido sus consecuencias en la nueva realidad geopolítica que nace en la Región. Poco a poco los Estados Unidos pierde influencia en nuestros países, atrapado en su obsesión de confrontar a los terroristas islámicos. Sería oportuno para el nuevo liderazgo norteamericano intentar un ensayo diferente en el tratamiento hacia América Latina para enfrentar en forma multilateral la rica agenda que tenemos pendiente. Ojalá lo intenten.

*INGENIERO Y ANALISTA POLÍTICO.

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