• 21/08/2023 00:00

A 122 años de un natalicio excepcional

“La Escuela Superior del Panameñismo, [...], se apresta a presentar en 2024 la obra Arnulfo Arias: estadista y político revolucionario, en la que se revelarán detalles desconocidos de su vida política y se aclararán, [...], los infundios con los que han tratado de manchar su figura”

En 1901, Panamá luchaba aún por surgir a la vida de las naciones en medio de una guerra fratricida importada de Colombia, que separó a muchas familias y enluteció a gran cantidad de hogares en el Istmo. Antonio Arias Castillo Camargo había nacido en el pueblo de Penonomé en 1851 y al convertirse en un mozalbete, adquirió una finca en un caserío llamado Río Grande. Allí se dedicó principalmente a criar ganado, ya que el suelo no era muy pródigo para la agricultura. Conoce a una guapa jovencita, Carmen Madrid, también penonomeña, nacida en 1855, a quien corteja y deciden formar un hogar, casándose después el 13 de julio de 1887, en la parroquia de San Juan Bautista de Penonomé. De esta unión fueron naciendo varios hijos, María Eudocia, José Alfredo, Antonio, José Benjamín, Harmodio, María Josefa, María del Carmen, Gerardo y el último, Arnulfo Arias Madrid, quien nació el 15 de agosto de 1901.

La guerra de los Mil Días recrudecía en el istmo panameño con el paso de los meses y las guerrillas liberales al mando de Victoriano Lorenzo se acercaban a Penonomé, que era un bastión conservador. Las luchas entre liberales y conservadores fueron sangrientas, y la familia Arias Madrid, al inclinarse hacia los conservadores, se vio obligada a huir a las montañas durante el conflicto. Mientras, durante el asedio liberal, sus pertenencias fueron quemadas y su ganado fue robado y consumido, dejándolos en la ruina. Tanto Antonio como Carmen eran muy respetados en la región, por su trabajo afanoso y honrado. A inicios de octubre de 1901 y luego de un sitio, Victoriano Lorenzo dio aviso de que entraría con sus tropas a Penonomé, concediendo 24 horas para que los conservadores, al mando del general Manuel Núñez Roca, salieran del pueblo rumbo al puerto El Gago, con el fin de abordar dos naves, la Relámpago y la San Francisco, que los traerían a la capital panameña. Antonio y Carmen decidieron huir con sus hijos sumándose a la silenciosa caravana que salió del pueblo en horas de la madrugada del 11 de octubre, escoltada por unos cien soldados. No obstante, como a las 10 de la mañana es sorprendido un grupo de guerrilleros de Victoriano entre los matorrales de la quebrada Las Guabas, en el camino al puerto. Se da una fuerte discusión entre el nicaragüense Ayala que los comandaba y el capitán conservador Payán, que tenía orden de llevarlos al puerto, pero éste, obnubilado por la rabia, decide fusilarlos de espalda. La noticia llega a los oídos de Victoriano Lorenzo que ya había ocupado Penonomé, y da la orden de atacar y aniquilar aquella caravana.

El puerto era un recodo del llano existente, con un manglar por tres costados; existía un paupérrimo poblado con bohíos de techo de paja y paredes de delgados maderos amarrados con bejuco, que dejaban una entrada frontal que era cubierta con un cuero de vaca. Al arribar al puerto, la vanguardia conservadora comenzó a cavar trincheras, sacrificó dos vacas, cuya carne se distribuyó entre las familias que poco a poco iban llegando al sitio. Cerca de la una y media de la tarde, los centinelas vieron a los guerrilleros que bajan desde los oteros cercanos; luego llegó Victoriano con el grueso de la tropa liberal y ambos bandos trabaron combate cuerpo a cuerpo. Entre las familias aterrorizadas se encontraba la de Antonio Arias y Carmen Madrid, que se había refugiado en uno de aquellos bohíos, pero ante la embestida de la guerrilla debieron romper las tablas de la pared del fondo para huir hacia los tupidos matorrales que estaban detrás. Antonio protegía y guiaba a su prole como diestro pastor, mientras Carmen llevaba en sus brazos a Arnulfo de casi dos meses de nacido. El tiroteo era intenso, de repente, una bala rozó el vientre de Arnulfo Arias. El llanto desesperado del niño alertó a la madre, quien de inmediato notó la sangre en los lienzos que rodeaban el cuerpo de su bebé. A Dios gracias fue tan solo un rozón que había dejado una sanguinolenta quemada. Así comenzó su periplo por la vida Arnulfo Arias Madrid, un 11 de octubre de 1901, día y mes que serían emblemáticos en su andar político.

El pasado 15 de agosto de 2023, a 122 años del nacimiento de Arnulfo Arias Madrid, recordamos su vida, su legado y su innegable ascendencia en gran parte de la historia de nuestra nación. La Escuela Superior del Panameñismo, custodio de la doctrina, historia, ideología y legado del panameñismo, se apresta a presentar en 2024 la obra Arnulfo Arias: estadista y político revolucionario, en la que se revelarán detalles desconocidos de su vida política y se aclararán, de una vez por todas, los infundios con los que han tratado de manchar su figura.

Odontólogo retirado, escritor.
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