• 12/06/2014 02:00

Una ruta global: el Canal de Panamá y su historia

‘Entrado el siglo XXI y la conmemoración del Centenario del Canal es oportuna una discusión sobre esa obra...’.

Al aproximarse el Centenario del Canal de Panamá, los ‘adelantos’ en sus trabajos de ampliación y los acelerados cambios mundiales, seguramente serán muchos los debates, publicaciones, eventos y opiniones que, desde diversos prismas, serán vertidos sobre esta importante ruta global. Y la historia ocupa un lugar privilegiado en la discusión. Así, a inicios de mayo de 1898, en medio de la Guerra Anglo Hispana, el periódico colombiano, de tendencia liberal, El Rayo X, entrevistó a diez preclaros intelectuales de ese país, por mencionar, Miguel Samper, Carlos Martínez Silva, Salvador Camacho Roldán, Gil Colunje. Esa entrevista inquirió sobre cuál de las dos potencias tendría mayor posibilidad de triunfo, el peligro de la absorción territorial de parte de EEUU en Hispanoamérica e insistió en las consecuencias que tendría el triunfo de una de esas potencias para la República de Colombia, especialmente, por el estratégico Departamento de Panamá.

Si bien los diez intelectuales coincidieron en la virtual victoria estadounidense, en su admiración al progreso alcanzado por esa nación, en sus ideas de justicia y libertad y la decadencia de España, estos hicieron hincapié, como parte del complejo contexto de ese conflicto bélico finisecular, en el valor estratégico del Istmo de Panamá y del futuro Canal.

En fin, esa entrevista ofrece una visión de cómo esos intelectuales comprendieron su tiempo, el complicado proceso de formación de los estados nacionales en Hispanoamérica y los intereses imperiales que se disputaban el Caribe y Centroamérica y la imposición hegemónica estadounidense en la región.

Miguel Samper, al respecto, declaraba ‘esa acción —en referencia al dominio de Estados Unidos— será más eficaz desde que el Canal de Panamá ponga en mayor contacto las dos grandes secciones del continente. Los intereses políticos, lo mismo que los comerciales, pasarán a ocupar allí el primer puesto en la superficie de nuestro planeta’.

Era preferible que el maravilloso Istmo de Panamá —como argumentó otro de los entrevistados— quedara bajo la órbita estadounidense, nación que no podía apoderarse del estratégico paso interoceánico, dado el interés de conservar la neutralidad de parte de las naciones del mundo. Pero la historia fue diferente a lo largo de la vigésima centuria. Y es que el Canal Interoceánico constituyó una ruta decisiva en la hegemonía continental estadounidense.

Entrado el siglo XXI y la conmemoración del Centenario del Canal es oportuna una discusión sobre esa obra de ingeniería y ruta del comercio mundial, su integración a un programa de desarrollo del país que contribuya a instaurar una sociedad justa y democrática, su impacto en las economías latinoamericanas y su papel en el mundo globalizado.

Son también temas de debate, cómo enfrentará el Canal de Panamá los efectos que pueda provocar el cambio climático, su rol en el ascenso de la región Asia-Pacífico y de Brasil como economía emergente. Y cuál será la postura diplomática de las autoridades del país frente a un mundo ‘multipolar y centrado en Eurasia’ (La Prensa, 1/6/2014, p. 29A). Así como en las postrimerías de la decimonónica centuria, el periódico El Rayo X advirtió a la sociedad sobre la complejidad de aquel presente, hoy es necesario ese debate sobre el Canal —en fin, sobre la historia de Panamá—, pero temo que necesariamente para esa discusión se requiera de una visión más global.

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