• 17/10/2014 02:00

Crisol de Razas y la porosidad en Migración

Columna de opinión

Está por culminar el programa ‘Crisol de Razas’ que permite a personas indocumentadas agilizar sus trámites legales para poder obtener la residencia permanente para establecerse en Panamá, y con el incentivo de obtener un permiso de trabajo.

Sin querer ofender ni crear ningún resabio de xenofobia, calificativo que parece abundar contra todo aquel que muestra su criterio soberano en contra de una medida cuyos beneficios son cuestionables, deseo establecer algunos criterios frente a este accionar de nuestras autoridades.

Una de las acusaciones formuladas a las ex Fuerzas de Defensa fue el negociado de indocumentados en nuestro país. Por ejemplo, un oficial encumbrado denunció en víspera de la invasión a Panamá en 1989 los millones de dólares recibidos por éste comercio, incluso manifestó que su casa la había pagado con estos recursos.

El negocio de vender nuestra nacionalidad se viene practicando desde muchas décadas atrás. Es la minita de oro de muchos funcionarios, incluso hoy en democracia es practicada por aquellos civilistas que rechazaban esta praxis del pasado. Recuerdo a un ministro de Estado pasando horas, más allá de su tiempo regular, firmando permisos de trabajo, lo que le permitió salir con un buen botín al finalizar su gestión.

Esto es delicado y me pregunto cómo es que existe tanta gente indocumentada en Panamá. ¿Cómo se asientan? Algunos llegan con la excusa de hacer turismo, pero pasado el tiempo se quedan ejerciendo labores propias de los nacionales, ya que son demandados para trabajar, porque les pagan salarios irrisorios. En estos casos el empresario contraviene nuestras leyes laborales.

¿Dónde está Migración? En los cuatro años del Gobierno pasado se logró legalizar a más de 48 000 personas, y en la actual feria se legalizarán a otros 12 000 extranjeros más, lo que indica que Migración no está realizando su trabajo. Hay una indolencia frente a buscar aquellos indocumentados, pues les resulta más fácil captarlos por esta vía, ¿o será que su exiguo presupuesto no les permite la movilidad para ello?

Hace unos días se capturó a un extranjero que falsificaba los sellos de Migración para poder participar en ‘Crisol de Razas’, y residía en Panamá desde hace cuatro años. La medida anunciada fue la deportación. ¿Cuántos indocumentados pudo pasar este ciudadano en esta feria, antes de ser aprendido? ¿Tenía cómplices? O el marero también capturado, con dos años de estar en San Miguelito, una de las áreas más violentas.

La cifra de indocumentados puede triplicar las que se registran en estas ferias, pues solo contempla a los que han pasado por un puerto de Migración, no así a los que entran ilegalmente a Panamá. Existe permeabilidad en el trabajo de Migración, dada la alta tasa de extranjeros indocumentados en Panamá. Ojo, y no estoy refiriéndome a los que viene a invertir su capital a Panamá, bienvenidos sean, o a aquellos que han seguido los pasos necesarios, por años, para obtener en buena lid nuestra nacionalidad.

PERIODISTA

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