• 29/12/2015 01:00

La educación del siglo XXI

"La globalización es un conjunto de transformaciones en la orden política y económica mundial visibles desde el final del siglo XX"

Podemos señalar que desde siempre todo cambio social o tecnológico exige de la humanidad una transformación profunda, trascendental. Es decir que por cada uno de los avances que se han presentado a lo largo de la historia el hombre ha cambiado para no ser nunca más aquel que anteriormente fue, cambios intelectuales, físicos o psicológicos que lo llevan a ser otro, diferente a todo modelo anterior.

Durante el siglo XX la ciencia y la tecnología contribuyeron de manera decisiva a la configuración de una serie de cambios que afectaron el modo de vida de las personas, ampliaron la comprensión del mundo y dieron paso a nuevas formas económicas basadas en el desarrollo del conocimiento.

La globalización es un conjunto de transformaciones en la orden política y económica mundial visibles desde el final del siglo XX. Es un fenómeno que ha creado puntos comunes en el ámbito económico, tecnológico, social, cultural y político y, por lo tanto, convirtió al mundo en un mundo interconectado, en una aldea global donde vivimos en una sociedad virtual conectadas a redes.

Cabe destacar que hemos iniciado el nuevo siglo teniendo sobre la mesa una cantidad de asuntos pendientes, que piden pronta solución. Los tiempos pasan a velocidad de vértigo y los cambios en todos los órdenes se suceden.

La educación no solo ha de tener en cuenta estos cambios que se van produciendo, en los ámbitos social, cultural, técnico, laboral, etc., sino que ha de preverlos también, en la medida que esto sea posible, para poder formar así convenientemente al hombre de hoy, que está llamado a ser el hombre del mañana que las empresas requieren para su competitividad en un mercado global

La UNESCO señala que no es posible entender la educación sin tener en cuenta los dos postulados que van a condicionar toda su labor educativa; es decir, la democratización de la educación y la educación permanente.

Hoy vivimos en un mundo en el que la vida económica, política y social se tornó altamente diversa y flexible, no se corresponde con una escuela que enseña lo mismo a todos, y que lo hace de manera tan rutinaria. Más exactamente, la escuela actual no se corresponde con el mundo actual. El mundo es flexible, cambiante y diverso, y la escuela sigue siendo rutinaria, inflexible, descontextualizada y estática.

En este sentido, el mundo exige flexibilidad y creatividad para adaptarse a una vida profundamente cambiante, y la escuela asume currículos fijos delimitados desde siglos atrás. Unos jóvenes que vivirán en el Siglo XXI formados con maestros del siglo XX, pero con modelos pedagógicos y currículos del siglo XIX.

ESPECIALISTA EN ADMINISTRACIÓN.

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