“Rankigns” universitarios: ¿mito o realidad?

Los ‘rankings' universitarios son listas ordenadas que clasifican a las universidades de acuerdo a la calidad obtenida, según la metodología empleada por el ‘ranking' utilizado. Estos procesos no son nuevos como modalidad de evaluación de la calidad de las universidades, lo que sí es nuevo es su proliferación a partir de la década de los años 90.

Estudiosos de la educación superior universitaria que apoyan los ‘rankings' sostienen que este mecanismo es necesario, entre otras cosas, porque ayuda a mejorar la toma de decisiones de los estudiantes o investigadores para orientar sus decisiones de movilidad internacional, proporcionan información aparentemente fácil de interpretar y han incrementado la competencia entre las universidades. Este último proceso es muy valorado por la sociedad, dado el aumento del mercado universitario desde inicio de la década de los años 90.

(http://www.u-ranking.es/descargas/Informe-rankings-universidades-FBBVA-Ivie-2014.pdf).

A pesar del impacto de los ‘rankings' existen algunos riesgos que deben tenerse en cuenta, como los siguientes:

La calidad de las universidades no se puede evaluar simplemente empleando números.

Los ‘rankings' están dirigidos a valorar principalmente el prestigio fundamental del sistema científico, pero no su valor para la sociedad.

No hay evidencias de que esta forma de evaluación exclusiva contribuye al mejoramiento de la calidad universitaria.

La utilización de los ‘rankings' para orientar las estrategias de calidad universitaria corren el riesgo de dejar de lado las funciones esenciales universitarias, a saber: docencia, investigación, extensión y gestión.

En la actualidad la educación universitaria está inmersa en un paradigma de la calidad de sus funciones sustantivas y de los servicios que brinda a la sociedad para convertirse en un ámbito creativo de aprendizaje, de investigación, de renovación para así satisfacer los requerimientos académicos y científicos del contexto en que se inserta. Por ello en la actualidad, se emplean tres mecanismos para la instrumentación de políticas dirigidas al mejoramiento de la calidad, estos son: aseguramiento de la calidad, rendición de cuentas y la participación en los ‘rankings'.

A propósito de reflexionar sobre el impacto de los ‘rankings' internacionales en las universidades latinoamericanas expresa Guy Haug (2012:30), que la imagen que se da es perjudicial por lo que exhorta a salir de la dictadura de los ‘rankings' universitarios internacionales. Llama la atención acerca de que este ‘modelo de evaluación de la calidad universitaria no considera los factores que corresponden a las contribuciones de las universidades en su contexto, no proporcionan ninguna información útil para los estudiantes, las familias, las empresas y las autoridades locales, regionales o nacionales de Latinoamérica'.

En definitiva, la mayoría de los países de América Latina poseen sistemas para el aseguramiento de la calidad de la educación universitaria en el ámbito institucional, de programas y carreras y realizan los procesos de rendición de cuentas a la sociedad. Sin embargo, los ‘rankings' han logrado en poco tiempo desarrollar una cultura en la cual la cobertura mediática es mayor que los procesos de aseguramiento de calidad y la rendición de cuentas.

Lo importante es documentarse sobre todos los procesos de evaluación de la calidad universitaria y tener una actitud crítica para fomentar una cultura de evaluación de la calidad que va más allá de una posición jerárquica en una lista clasificatoria. Hay que tener presente que es poco aceptable que la universidad pueda ser reducida a una medida única. Por otro lado, hay que recordar que ‘El valor de la universidad es superior a los criterios para clasificarla'.

Debido a que los ‘rankings' seguirán realizándose, es importante preguntarnos ¿por qué en el QS University Ranking para América Latina, específicamente en la medición de la calidad de universidades de la región centroamericana con contextos similares al de Panamá, algunas universidades panameñas no lograron una ubicación mejor?

PROFESORA UNIVERSITARIA E INVESTIGADORA.