• 09/06/2017 02:00

Sobre un ‘Felis silvestris catus'

Si han sido ellos maltratados por sus progenitores, tampoco es excusa para que sacien su rencor en un ser inocente. 

El mes pasado, los medios de comunicación masivos —lo que incluye las redes sociales— pasaron el video en que unos jóvenes próximos a la adultez estrellaban un pobre gatito contra el suelo desde una gran altura. Por el placer de matarlo. A un Felis silvestris catus.

Está comprobado que la mayoría de los sádicos y asesinos famosos empezaron su carrera criminal temprano maltratando animales. A guisa de ensayo. Estos jóvenes que ejecutaron al pobre gatito son futuros asesinos crueles, pues si gozaron en ver la muerte tan poco agradable de un indefenso ser, llegando al punto de filmarla y distribuirla indicando el orgullo que sentían al hacerlo, no hay duda de que, en un futuro próximo, serán ellos asesinos y maltratadores de seres humanos. Y gozarán haciéndolo.

A pesar de que los profesionales de la salud mental y de la conducta humana buscan siempre excusas cuando el delincuente es muy joven, lo de ellos es totalmente inexcusable. Si provienen de hogares disfuncionales, no es excusa porque hemos tenido hasta presidentes que provinieron de hogares disfuncionales y no fueron sádicos en sus actuaciones.

Si han sido ellos maltratados por sus progenitores, tampoco es excusa para que sacien su rencor en un ser inocente. Muchos hombres y mujeres de bien fueron maltratados por sus progenitores, superaron sus heridas —por lo menos parcialmente— porque querían hacerlo y llegaron a ser famosos. Tampoco es excusa el famoso bullying para buscar sustituto para lo que a ellos les suceda. Ni la presión de grupo es excusa tampoco. La presión de grupo es fuerte, lo admito, pero no lo es tanto como para cometer un crimen, porque fue un crimen lo que cometieron.

Los profesionales de la conducta humana no están siquiera de acuerdo en que se castigue a estos jóvenes delincuentes. ¿Que quieren? ¿Qué se les premie entonces? A menudo estos profesionales se han equivocado y han fallado porque la mente humana no es fácil de descifrar.

Es muy desafortunado y es una realidad que en nuestro país donde la mala educación impera, los gatos no gozan de mucha simpatía entre los panameños. En países donde sus habitantes son mucho más educados, los gatos son la mascota perfecta... Y se castiga a sus maltratadores.

Los autores de este hecho tan desagradable, presagian la violencia y sadismo de su futura conducta con la sociedad. Son de temer y hay que vigilarlos porque presagian lo que harán en un futuro cercano. Hoy fue un gato. Mañana será un humano.

No sé si estarán a tiempo para modificar su futura conducta y mejorarla. Yo personalmente, lo dudo.

DOCENTE UNIVERSITARIA JUBILADA.

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