• 27/01/2018 01:00

Unión, una palabra clave

Simón Bolívar, en 1815, desde la isla de Jamaica, escribe su famosa carta donde visualiza a Panamá como el centro polar de unión

Simón Bolívar, en 1815, desde la isla de Jamaica, escribe su famosa carta donde visualiza a Panamá como el centro polar de unión y confluencia de los intereses de la América criolla y el centro geográfico de las naciones del orbe.

La Carta de Jamaica de Simón Bolívar es el itinerario conceptual crítico y sincero del pasado, presente y futuro de la patria latinoamericana; considera a Panamá como sede de un augusto congreso en el cual el Istmo es para los americanos lo que Corinto fue para los griegos. El escudo nacional lo patentiza con la frase ‘Pro mundi beneficio'; así lo hicimos cuando en noviembre de 1821 al independizarnos de España nos solidarizamos con la Gran Colombia del Libertador y lo ratificamos con el Congreso Anfictiónico de 1826.

Unidad es la patria compartida, es el ideal de hermanar nuestras utopías. Unidad es solidaridad, hermandad y paz.

Los panameños somos protagonistas en las acciones bélicas que lideriza Bolívar y las cuales determinan la independencia de Sur América. José María Alemán se distingue en las batallas de Junín, Matará y Ayacucho y Tomás Herrera en Junín y Ayacucho, acompaña al Libertador a Bolivia. Tomás Herrera establece el Estado Libre del Istmo de 1840-41, durante trece meses funciona la Primera República panameña reconocida por Costa Rica y Estados Unidos.

José Domingo Espinar es el panameño más relevante al lado del Buen Ciudadano, como prefería Simón Bolívar que lo recordasen, es jefe de su Estado Mayor, secretario privado y médico en el Perú, cuando le salva la vida ante un fulminante ataque de tisis. José Domingo Espinar es considerado prócer en el Perú y combatió con el general San Martín en Chile, es uno de los panameños notables en el devenir nacional.

Unión es para los istmeños expresión de solidaridad con los esfuerzos de los suramericanos por alcanzar la independencia de España.

Unión como solidaridad se expresa también cuando decenas de panameños con Hugo Spadafora y los sandinistas combaten a Somoza. Spadafora ya había luchado en la liberación de África del colonialismo europeo.

Unión como hermandad se da hoy cuando miles de venezolanos huyen de la dictadura de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y llegan a nuestro país en busca de libertad. Ya antes habíamos recibido a muchos cubanos en la diáspora del pueblo de José Martí, asediados por la dictadura hereditaria de Fidel y Raúl Castro.

Unión como camino de paz se manifiesta cuando el próximo año recibimos a jóvenes de todas las latitudes en la Jornada Mundial de la Juventud convocada por el papa Francisco. El pueblo panameño, independientemente de las diferencias religiosas, le dará nuestra mejor hospitalidad al papa Francisco y a esa juventud comprometida con una sociedad más justa y humana.

El imperio de Wall Street nos impone con el Panamá Cede de 1903 un enclave colonial a perpetuidad, surgen los zonians y la mentalidad de protectorado de algunos mandatarios panameños. Panamá se une en la Épica de la Soberanía y logramos la plena jurisdicción nacional en todo el territorio panameño.

Hoy, otra vez, la sumisión de la elite plutocrática los lleva a crear el Senafront y a militarizar la Dirección de Migración. Aduanas y el Tránsito también serán parte de la Policía Nacional.

Estados Unidos establece así un control militar sobre nuestras instituciones como en los tiempos de la Patria Boba, lo cual llevó a las demandas de Acción Comunal de panameñizar nuestras entidades públicas.

Hoy, ante la corrupción institucional y el juegavivo como conducta social, solo nos queda, para salvarnos del naufragio moral, la unidad de la sociedad panameña para sobrevivir como nación.

Unión es la segunda palabra que determina el devenir panameño.

ESCRITOR E HISTORIADOR.

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