• 04/04/2018 02:00

Seguridad basada en tarea conjunta

 Lo importante es advertir peligros y en caso de ocurrencia de hechos imposibles de evitar, brindar los cuidados requeridos para salvar vidas

Unos ojos ávidos de curiosidad trataban de ser más rápidos que las manos cuando el lunes posterior al feriado de semana santa recorrían las páginas de los diarios para conocer los balances de ese largo fin de semana. Los textos no podían ser más elocuentes sobre las decenas de accidentes trágicos y el saldo fatal que dejaban sitios específicos en las vías; la loma de Campana, la estrecha carretera hacia Colón, los caminos hacia tierras altas.

Este era el panorama hace varios años de un país en que la responsabilidad del flujo seguro en provincias, correspondía solamente a la Patrulla de Caminos que intentaba garantizar con sus agentes la vida en las vías más transitadas y sobre todo en la carretera Interamericana que cruza el territorio a lo largo. Había también otros casos de ahogados en ríos y playas; siniestrados de diferentes tipos, riñas y afectados por el consumo de alcohol.

Era el estado de cosas durante la conmemoración religiosa. Ahora se ha asumido una mayor responsabilidad y se cuenta con la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que tanto en estas fechas como en el tiempo de carnavales o en las celebraciones de los días patrios, se encarga de brindar apoyo, prever peligros en sitios de alta concurrencia, rutas apartadas, lugares vulnerables; así como disminuir incidentes.

Es un esfuerzo desde las diferentes instituciones o agencias que intervienen en este escenario y que se manifiesta en forma de interacción planificada y organizada con puestos fijos y móviles de control, prevención y atención frente a eventos que suelen ocurrir con movilizaciones masivas. Lo importante es advertir peligros y en caso de ocurrencia de hechos imposibles de evitar, brindar los cuidados requeridos para salvar vidas.

Hoy, el asunto también ha ido más allá; es decir, respaldar a la agencia que se ocupa de los rescates, el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC). Otros entes que facilitan los desplazamientos, aquellos que atienden la seguridad ciudadana y los centros de salud; además de los bomberos en sus facetas urbana y forestal, intervienen para formar un verdadero equipo de trabajo en estas ocasiones.

Los resultados son evidentes. Los accidentes y estadísticas respectivas relacionadas con eventualidades, establecen descensos en los aspectos referentes a mortalidad y circunstancias que requieren cuidados en los establecimientos respectivos. Apenas sobresalen en esta oportunidad, rescates en el Volcán Barú, que ahora se hacen de una forma más rápida o también en algunos puntos altos; pues a ciertos aventureros se les ocurre el riesgo extremo.

El monitoreo y la fiscalización; control de la movilización frente a las urgencias; la capacidad de responder a las llamadas que hace el público; la preparación y acción inmediatas; la organización rápida de la comunidad como respuesta a un acontecimiento local; son factores claves que se incluyen en la estrategia de réplica y que disminuyen los riesgos o totales negativos.

Otro elemento que contribuye y a más largo plazo es la conciencia de la población y conocimientos que se requieren como la conducta que se observa en sitios no acostumbrados a la presencia de la población. Uno de estos aprendizajes, se refiere a las áreas protegidas y al ecoturismo, diferente a las actividades playeras y en los ríos. En los parques nacionales no se debe afectar o trastornar a la naturaleza con ruido, licor y algarabía.

El desarrollo de un plan concertado que se ocupe de tal responsabilidad, supone un gran gasto para el sector gubernamental que se corresponde con los resultados y que siempre será más grato que la infausta noticia de pérdidas en los hogares. Una nueva realidad disminuirá el morbo en la información y el público; porque se cuenta con herramientas institucionales que garantizan el asueto más tranquilo para todos.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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