• 02/05/2018 02:00

Clima electoral y política

Los síntomas de un ejercicio electoral nacional se han empezado a sentir y las fuerzas que suelen intervenir

Los síntomas de un ejercicio electoral nacional se han empezado a sentir y las fuerzas que suelen intervenir, aguzan sus estrategias en el contexto de la realidad que envuelve al país. Esto ocurre por el desenvolvimiento de las relaciones de diversos grupos de la sociedad y también por los momentos coyunturales que se viven. No siempre será un clima armónico, sino que él estará definido por los propósitos y poder de cada uno de los actores.

Siempre es conveniente crear un contexto de ideas y propuestas para discutir. La finalidad es que el conjunto de los ciudadanos se prepare para ejercer sus derechos y también deberes de escoger a los representantes del caudal votante que encabezará la administración siguiente. El objetivo de esto será poner sobre la mesa elementos que cada cual utilice para elegir con responsabilidad.

Existe un principio antiquísimo, planteado por Platón quien pensaba que el Estado no es más que una categoría superior del propio individuo. Lo expuso muy claro y sencillo; para él, ‘el ideal de una sociedad perfecta y dichosa consiste en que la política esté subordinada a la moral.' Algunos consideran que esto es una entelequia; es decir, no tiene sentido o es irreal y aparecerá como un valor en desuso.

Pero si analizamos el desenvolvimiento de cualquier país del continente, vamos a encontrar que el centro de los conflictos es precisamente un fenómeno que tiene a la ética como núcleo. Por tanto, la conducta se ha inclinado hacia el lado más cuestionable y en divorcio de los propios postulados que dan razón a un Estado. A partir de definir tal actuación, resulta muy complicado al resto de la colectividad e instituciones enderezar las ramas torcidas del árbol.

Allí viene entonces un conflicto de recreación de los escenarios; de interpretación de la cadena de sucesos. Si las interacciones sociopolíticas se caracterizan por la asimetría, entonces quien ejerce el mandato, determina la forma de comprender lo que sucede y así, como diría Gramsci, ‘logra obtener el consenso activo de los gobernados.' En el caso de creación de espacios de discusión de asuntos sencillos y complejos, el resultado es diferente.

Gobernar es actuar. Para eso se recibe la aquiescencia de los ciudadanos. Se espera una trayectoria basada en objetivos claros, que suelen medirse para establecer la eficiencia en la conducción de la república; la ‘cosa pública' como se diría en tiempos clásicos que han quedado atrás, pero de los que hemos heredado las principales instituciones que generan el orden requerido en la conducción de la nación.

Por esa razón, Platón ponía en boca de su maestro Sócrates la expresión de que cuando ocurría un acontecimiento positivo o negativo a algunos; ‘todos dirán a la par: mis negocios van bien o mis negocios van mal'. Lo llamaba ‘comunidad de placeres y de penas'. Es entonces un acordado sentimiento de comunidad; ‘un acuerdo que será desconocido en todos los demás Estados', decía para resaltar el carácter de identidad nacional.

Cada una de las entidades en pos del éxito electoral para el quinquenio que viene en camino, debe ser consciente que atraviesa problemas de credibilidad, que no pertenecen a quienes profesan esos credos específicos, sino que totalizan en conjunto un perfil del país. Visto desde fuera, no se dirá ‘en Panamá tal o cual agrupación atraviesa un problema determinado', sino que se tipificará en general, como un trance no superado por la población del istmo.

Lo que suceda en la contienda que se avecina no será determinado por elementos específicos, de mayor o menor fuerza. Hay que dar pasos para que sea el producto de un compromiso de cada sector local fortalecido por valores que debemos todos conservar.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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