Estímulos al desempeño escolar

La ministra de Educación y el director del Instituto de Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos (Ifarhu) realizaron una reunión recientemente, con la finalidad de estudiar la situación del sector y buscar las mejores opciones para fortalecer el aprovechamiento en los diferentes niveles de la enseñanza del país. Este encuentro estimula el espacio para estudiar en profundidad la realidad y la verdadera situación escolar.

Cuando se hizo público este encuentro, no faltaron las reacciones de la opinión pública; pues se conoció que fueron revisados los diferentes instrumentos que se utilizan para estimular y hacer posible la inserción del sector educando en el proceso. Entre otros, la beca universal, que brinda fondos a una gran cantidad de niños y jóvenes para invertir en sus gastos básicos relacionados con los estudios.

Algunos sectores han cuestionado el uso o el destino que se le da a la beca universal, porque ella se entrega a estudiantes sin ningún tipo de requisitos en cuanto a su desempeño en las aulas o el nivel de las calificaciones. Otros, opinan que existe un desvío en algunos hogares, porque se emplean tales fondos para fines diferentes a sus objetivos consignados.

Estas discusiones llevan a la reflexión sobre las estrategias que son aplicadas en el ámbito educativo, tanto en los niveles primarios, secundarios, como en el universitario. Existe una tendencia a perder el tiempo, esfuerzo y los recursos para darle seguimiento, atención y hasta consentimiento al sector de la población estudiantil que progresa con mayor lentitud y bajos resultados y por lo general no se cuenta con opciones para los avanzados.

Recuerdo que en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá se tomaron cuatro juntas de Facultad para discutir si quienes tenían promedio D podrían ser considerados como que aprobaban los respectivos cursos. Esa calificación, en principio es la penúltima en la escala de A (sobresaliente) a F (reprobado). Nunca asistí a una reunión para discutir las formas de reconocer a los que estuvieran en el nivel de la excelencia.

Según las cifras del Ministerio de Educación en 2018, un total de 587 023 estudiantes asistieron al sistema de enseñanza pública. De ellos, hubo 370 699 en primaria; 162 411 en pre media y 53 913 en media. 36 136 reprobaron y 13 936 desertaron. Si unimos estas dos últimas cifras, podemos pensar que 50 072, el 8.52 %, no lograron superar el periodo. Según el desglose, en primaria hubo un 4.5 %; premedia, 8.3 y en media, 11.0 %.

Es preocupante que a medida que se va ascendiendo en la escolaridad, el porcentaje de fracaso y renuncia aumenta. Esto demuestra que la beca universal no es un estímulo para que los jóvenes en un porcentaje tan elevado como en un 8.52 % dejen de demostrar un esmerado desenvolvimiento, pese a contar con la ayuda gubernamental. Paradójicamente, falta un componente de concienciación sobre los alcances del apoyo.

Cabe preguntarse en este momento ¿cuántos centros escolares cuentan con un programa permanente de méritos para reconocer a sus unidades más esforzadas —ese cuadro de honor— que solo se menciona el día de la graduación? Si se analizara la tabla de desempeño, se podría demostrar que la mayoría de los escolares se mueve alrededor del 3 y una gran cantidad está por debajo de la noción de ‘regular'.

Uno de los esfuerzos que se debe impulsar en este sector de la educación es el reconocimiento a quienes se esmeran. Esto supone, destinar la beca universal únicamente a quienes sobresalgan y demuestren su dedicación al estudio. La tendencia debe ser encausar el ritmo del aprendizaje hacia niveles de calidad y de creación de capacidades para enfrentar la modernidad.

PERIODISTA

‘Uno de los esfuerzos que se debe impulsar [...] es el reconocimiento a quienes se esmeran. Esto supone, destinar la beca universal únicamente a quienes [...] demuestren su dedicación al estudio'