• 21/11/2019 00:00

¿Y dónde está Meduca?

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Una de las primeras cosas que se desea saber es cuáles son las razones por las cuales hay tantos estudiantes fracasados en el primer grado y cómo llegaron otros al tercer grado sin dominar la lectura y escritura. Es incomprensible cómo nadie pudo observar si esos niños podían escuchar las instrucciones de sus maestros y comprender el lenguaje. Como madre, me gustaría saber, ¿cuáles fueron las intervenciones de remediación que utilizaron los docentes?; ¿cómo es posible que los directores y subdirectores de las escuelas no tienen un plan B para los alumnos de alto riesgo?; ¿han diferenciado la enseñanza de acuerdo a cómo los niños aprenden? Hoy, estoy de luto ante la negligencia, falta de responsabilidad y ética que causó esta desgracia.

Ahora, le toca gastar a los ciudadanos ocho millones para remediar lo que se pudo hacer desde un principio. ¿Cuándo escuchará Meduca? Sin un estudio de necesidades por sector demográfico, seguirán los estudiantes perdidos.

La mayoría de las discapacidades de aprendizaje están relacionadas con el lenguaje, por lo que este es el mejor lugar para comenzar. La falta de capacidad para distinguir los sonidos básicos que componen las palabras indica que hay un problema, un ceceo es común, pero también es una señal de riesgo, puede ser que literalmente no pueden oír. Si no se les atiende a tiempo, pueden tener problemas para diferenciar los sonidos. Así que cuando los niños tienen dificultades del habla, siempre deben tener sus oídos revisados. Podría ser la punta del “iceberg”. Podría ser un problema motor o podría ser un problema cognitivo, debido a no entender ciertos sonidos. Otra señal es cuando algunos niños dan la impresión de que sus mentes siempre están vagando, y cuando se observa ese tipo de comportamiento, especialmente cuando está relacionado con no participar en clases, puede indicar problemas. Si te miran en blanco cuando hablas con ellos, puede indicar que tienen un problema de procesamiento de lenguaje. Los niños son listos: tienen cerebros frescos, hambrientos de información, así que cuando no expresan curiosidad, puede ser una señal de que simplemente no entienden.

Una manera sencilla de comprobar el desarrollo del lenguaje de un niño es leerle una historia y preguntarles de qué se trataba. Si no tienen ni idea, es un predictor de un problema de lenguaje y aprendizaje. Otra señal de un problema es si son superhiperactivos. Para los chicos con Déficit de Atención (o con hiperactividad), se nota que incluso antes de que tengan dificultades de aprendizaje, no se ocupan de cosas; no pueden bajar la velocidad. A pesar de que estos niños son brillantes de otras maneras, es difícil para ellos aprender, porque no pueden quedarse quietos.

Los niños en kinder empiezan lo básico. Deberían estar aprendiendo el alfabeto, así como los sonidos de las letras. Deberían estar aprendiendo a contar. También deberían estar desarrollando sus habilidades motoras finas: aprender a copiar palabras, cortar papel en formas. La mayoría de los niños de kinder también comienzan a leer palabras sencillas. Los oídos y la visión deben monitoriarse siempre.

Esos son los principales indicadores: ¿tienen sus sonidos, números y letras? Por supuesto, es posible que no escuche mucho de su maestro si su hijo no está llegando a estos puntos de referencia. La filosofía antes era “esperar y ver”, pero la investigación sugiere que si se observan estas anomalías temprano, con el lenguaje, hay que evaluar al niño temprano, o los niños se quedan en el polvo.

Los alumnos que provienen de diferentes clases socioeconómicas no aprenden igual ni al mismo paso que los estudiantes provenientes de altos ingresos. Por lo que necesitan un material desglosado y necesitan que se les enseñe de una forma diferenciada. Con una instrucción intensiva, pueden seguir el camino temprano antes de que su autoestima sufra y la brecha de aprendizaje se agrande.

Los padres de los estudiantes de primer grado suelen ver a sus hijos lidiar con más deberes y muchas nuevas demandas académicas. De repente puedes encontrar que tienes un niño que ama la lectura y odia las matemáticas o ama las ideas científicas complicadas, pero no puede escribir una frase de tres palabras.

En los primeros meses de primer grado, no todos los niños tienen esto, pero si en septiembre u octubre no están leyendo, es algo preocupante. También deben ser capaces de copiar palabras, escribir su nombre, hacer dibujos simples y sostener sus lápices. Si tienen problemas para coger un lápiz y escribir algo, eso es una señal que debe reportarse.

Los docentes y padres necesitan trabajar juntos. No se le puede confiar todo a las escuelas. Los maestros no deben esperar hasta el fin de año y aceptar el fracaso de los estudiantes sin brindarles las oportunidades de aprender de sus errores.

Especialista en educación y liderazgo.
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