• 04/12/2019 00:00

Patria, coima y sobreprecios

Para quienes hemos participado y disfrutado de los desfiles patrios, nos complace sobremanera y es aplaudible que el presidente Cortizo se regocije con estos eventos y que también aproveche para mandar mensajes propios de su responsabilidad como primer mandatario del país.

Para quienes hemos participado y disfrutado de los desfiles patrios, nos complace sobremanera y es aplaudible que el presidente Cortizo se regocije con estos eventos y que también aproveche para mandar mensajes propios de su responsabilidad como primer mandatario del país. En su último discurso del mes de la patria en La Chorrera destacó vehementemente que no se ama a la patria con coimas y sobreprecios, porque estos delitos afectan a los sectores más necesitados.

Durante la última década de administración pública los escándalos por coimas, sobreprecios y presiones para acabar y luego quedarse con negocios, han saturado las primeras planas de los medios de comunicación, calificada como uno de los períodos más desastrosos, jamás vividos en nuestra historia republicana.

Nunca antes habíamos visto a ministros y empresarios, incluyendo también a un expresidente, desfilar por tribunales, encarcelamientos, consignar miles de dólares en fianzas y negociar acuerdos de pena.

Más recientemente, con los llamados “VarelaLeaks”, ha recrudecido el tema nefasto de la corrupción, al punto de que los implicados no son precisamente los que aman la patria con el juegavivo, con empresas a las cuales se les adelanta dinero y no terminan las obras y luego desaparecen.

Los hechos están a la vista con enorme cantidad de detalles, pero los implicados no aparecen, y los fiscales y jueces que son tan cuestionados como los acusados, proyectando una sensación de impunidad.

En su discurso el presidente Cortizo, autoproclamado el primer obrero del país, nos invita a continuar esperanzados en que el compromiso es limpiar la casa, continuar con el nombramiento de magistrados potables, y que en algún momento los peces gordos de las coimas y los sobreprecios tendrán que ser sancionados con todo el rigor de la Ley.

En razón de la enorme cifra de coimas y sobreprecios, que inclusive han sido confesados por funcionarios y empresas inescrupulosas, se les debe confiscar sus fortunas mal habidas y podamos solucionar la tristeza y vergüenza que nos produce la muerte de niños por hambre, que los de tercer grado puedan entender lo que leen, y que el proyecto “estudiar sin hambre” sea realmente efectivo.

Periodista y relacionista público.
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