• 05/02/2020 04:00

El Gobierno de Juan Carlos Varela, un desastre

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El primero de enero del presente año escribí un tuit, respondiendo a uno que escribió un miembro del Partido Panameñista, en respuesta le señalé lo siguiente: “Acepte la realidad, sea objetivo, el Gobierno anterior fue UN DESASTRE, su partido necesita un cambio radical, sea parte de ese cambio, de lo contrario su partido fenecerá. Además le recordé que cuando, Juan Carlos Varela fue electo presidente, en su primera declaración dijo lo siguiente: “Yo no gané con los votos de los panameñistas”, pero ¿quién hizo todo el trabajo y organización para que llegara al poder?, precisamente los miembros de su partido, del cual él renegó. Dicha declaración fue para justificar los nombramientos de amigos, allegados y familiares que le hicieron mucho daño al país y al Partido Panameñista, donde se perdió la oportunidad de trabajar con miembros capaces, honestos y correctos para llevar al país a los mejores derroteros, afectando así la imagen de los panameñistas, donde señalan a sus miembros de incapaces, por el desastre de la administración varelista, ojo, no panameñistas.

Traigo esto a colación debido a que el expresidente gobernó con miembros de su entorno del colegio Javier, y una gran mayoría de sus familiares, que resultaron ser los más ineptos y deshonestos en su gestión. Donde se maquillaron los estados financieros del Estado, engañaron a la población, usaron su poder para torcer la justicia y gobernar con el síndrome de la maldad, JC Varela durante los cinco años de paso por la Presidencia actuó de forma megalómana; narcisista con delirio de grandeza. En mi opinión, es un acomplejado, sin personalidad, sin carisma, falso y mentiroso, en las entrevistas siempre recordaba que él era el presidente, de esa manera demostraba que era una persona inmadura. Cada vez que iba a la Asamblea con una sonrisa fingida, feliz con su banda presidencial, jugando con ella, es decir, se la acomodaba a cada rato. Era su juguete, disfrutaba con ella. Resultó ser un caricato.

Por ello, escribí el artículo “¡El país de las maravillas!”, publicado en La Estrella de Panamá el 18 de noviembre del 2018. No nos cabe la menor duda de que el presidente Varela vive en el país de las maravillas, así lo hizo saber en su discurso en la reunión de la Organización de las Naciones Unidas, donde señaló que Panamá estaba viviendo unos de los mejores momentos, debido a que su Gobierno era honesto y transparente: “Se está erradicando la pobreza, la educación ha mejorado, la distribución del agua está llegando a todos los sectores del país; se están construyendo viviendas dignas para los panameños. Se acabaron las letrinas, se están construyendo miles de kilómetros de carreteras en todo el país, la economía está en su mayor auge, y la justicia está funcionando a su máxima expresión; ni hablar de la salud, que ha mejorado en los últimos años”. Lamentablemente, la población no gozaba de las bondades señaladas en su discurso.

Aún no entiendo la razón por la cual el Ministerio de Economía y Finanzas no haya puesto las denuncias por el maquillaje de los estados financieros del Estado. Dado que en la Constitución está tipificado como un delito penal esconder la situación económica del país. Por ello, considero que hay que llamar a Dulcidio de la Guardia González y a Eyda Varela de Chinchilla, ambos ministros de esa época que renunciaron para tratar de disimular el desastre económico que estaban dejando. También deben llamar a Juan Carlos Varela, y a los exdirectores del Seguro Social por la irresponsabilidad de mentir a la población e igual que a Varela, por decir que no había problema con el sistema de jubilación, es decir, Gobierno de incapaces y megalómanos.

El Gobierno de Juan Carlos Varela: ¡un desastre!

Corredor de Bienes Raíces.
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