• 30/06/2020 00:00

Nos rodea la presión…

Estamos plagados de tantas opciones de acceso a la información que hasta nos hemos olvidado del contacto humano directo, y no nos detenemos a pensar que muchas noticias son falsas y no nos molestamos en investigar el grado de certeza o verosimilitud que pueden tener.

Estamos plagados de tantas opciones de acceso a la información que hasta nos hemos olvidado del contacto humano directo, y no nos detenemos a pensar que muchas noticias son falsas y no nos molestamos en investigar el grado de certeza o verosimilitud que pueden tener. Simplemente no se termina de leer y la reenviamos en nuestras redes sociales de modo masivo, pensando tal vez que hicimos un favor.

Luego nos vemos con que nos cuestionan por haber mandado algo que no era verdad y encima nos enojamos y decimos que no es nuestra responsabilidad, porque simplemente lo recibimos y lo reenviamos y cada cual saque sus conclusiones. Una ignorancia bastante desagradable. Sin contar con las teorías de conspiración, leyendas urbanas negras o doradas y folclore popular sazonado de trópico.

Una certeza que tenemos es el problema de la discriminación racial que existe y fuerte en varios países y los problemas que ocasiona cuando hay roces y se encienden llamas. Ahora mismo estamos en un incendio por la violencia cometida hacia George Floyd en Mineapolis, EUA. Otra certeza que tenemos es la nueva modernidad que nos ha traído aparejada una nueva izquierda, una nueva sociología y hasta una nueva ideología de las cosas en donde lo que había antes era malo y solo lo de ahora salvará el mundo, cosa por demás igualmente manifestación de una crasa ignorancia. Ningún extremismo es bueno.

Esta llama ha sido porteada por buena parte del país norteño y ha tenido repercusión al cruzar el Atlántico, en el Reino Unido, donde desde Trafalgar Square hasta Bristol se han manifestado. Tal vez con razón, los manifestantes derribaron una estatua con doble paradigma, la de Edward Colston, que durante el Siglo XVII extrajo negros esclavizados de África para vender por las Américas (primer paradigma) y financiar con su riqueza el crecimiento de Bristol (segundo paradigma). La llama luego pasó el Canal de la Mancha. Esta flama tiene nombre propio: Black lives matter (las vidas de negros importan).

Francia y España se sumaron añadiendo dosis de izquierda, así como en Italia adición antifacista. La llama viaja a China, Corea, Japón, Australia. Vuelve a EUA, donde derribaron estatuas de Cristóbal Colón en Massachusetts, Minnesota, Florida y Virginia, en tanto que en Richmond tiraron la del presidente Jefferson…

La pandemia nos ha tenido recluidos y concentrando energía como una olla de presión. Las manifestaciones se han hecho sin distanciamiento social por lo que los rebrotes de la COVID-19 están a la vuelta de la esquina. Un mal entendido amor y respeto hacia las libertades individuales han puesto más presión a la olla y el asesinato en Mineapolis detonó y vino la explosión social con alta manipulación de quienes no vieron mejor oportunidad de posicionarse contra “el antiguo régimen” llevando a la anarquía, tanto conceptual como física, a personas que de ordinario se lo habrían pensado antes de manifestarse con o sin violencia.

Hasta ha habido alguna repercusión en nuestra tierra.

Si se quiere hablar de ajustar cuentas del pasado en el presente, es bueno recordar que la Ley del Talión quedó obsoleta hace mucho. Nosotros, hoy, no somos responsables ni culpables de lo que nuestros ancestros pudiesen haber hecho. Los palacios, monumentos y ciudades tampoco ameritan ser destruidas con una tal bandera. Una cosa es hablar abiertamente y sin tapujos de los temas, asimilarlos, sacar conclusiones positivas, internalizarlos y pasar la página para abrirnos a un presente y futuro que requiere nuestra participación como seres sobrios y, preferible, neutrales.

¿No será discriminador que el lenguaje de internet en caracteres latinos no admita “ñ”, diéresis ni tildes? ¿No es discriminador que se juzgue y condene a un país entero en la Unión Europea por el mal uso que ciudadanos europeos hicieron con sociedades anónimas o fundaciones creadas legalmente aquí para evadir los impuestos de ellos?

¡Despertemos! ¡No a la manipulación que es otra discriminación!

Panameño, escritor.
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