• 11/11/2020 00:00

El miedo está 'matando' a los viejos

¡Hola, mis venerables ancianos! Espero que estén aliviaditos. Saludos patrióticos, tengan o no burbuja para meterse en estos tiempos aciagos.

¡Hola, mis venerables ancianos! Espero que estén aliviaditos. Saludos patrióticos, tengan o no burbuja para meterse en estos tiempos aciagos. Vivir con el contagio del miedo creo que es peor que con la pandemia china. Por acá, me han dicho que viejos que han sido “arrechos” toda su vida con el machete, de esos que limpian cafetales y pastos mientras las avispas brincan sobre ellos y las hormigas dándose gusto, ahora están con los nervios que no pueden escuchar la bocina de una ambulancia porque quedan peleándose con los perros debajo de las camas por un puesto.

Los derrames cerebrales, las depresiones al borde de la locura, las preocupaciones por no contar siquiera con una pastilla de jabón para lavarse, las pérdidas de trabajo de sus hijos y nietos y sin plata para comprar chances clandestinos como última esperanza creíble en esta vida, están azotando cruelmente a los nuestros.

Yo no sé si aquí por primera vez han abusado, como es costumbre, de la fábula “viene el lobo, viene el lobo”. Tanta plata gastada en publicidad de estadísticas mortíferas, regaños y reglamentos debe ser cambiada, por lo menos, en un 50 % con programas de alegría, chistes y buena música. Aquí lo que yo percibo es que se están utilizando los 11 principios del implacable Joseph Goebbels, padre de la propaganda nazi y responsable del ministerio creado por Hitler.

Ahora bien, les tengo una pregunta muy seria. ¿A cuánto ascenderá el número de ancianos muertos en Panamá cuando lleguemos al 31 de marzo de 2021?, tomando en cuenta que en solo siete meses han fallecido casi que 1400 miembros de nuestro irrespetado grupo. Algo pasa. Pero los ancianos de acá del campo nos estamos cuidando y obedeciendo todos los caprichos impuestos por el Minsa al pie de la letra. Yo estoy temiendo que la cifra de venerables ancianos difuntos es más por miedo, como he comentado, que por la misma COVID-19.

Por ejemplo, en un pueblo cercano, en donde sobrevivo, se destotumó con derrame cerebral un anciano que lucía muy fuerte, cayó horas después de que uno de los directores del Seguro dijera que no habría plata para pagar las jubilaciones, eso fue antes de la proclamación del Gobierno de la pandemia. Como miembro de la Asociación de Jubilados Victoriano Lorenzo, he opinado y recomendado hasta la saciedad que los ancianos no debemos tener miedo alguno y menos exponernos más de la cuenta ante estos indolentes en protestas ni reuniones por el momento, ya que la “pelona” es la única visita autorizada fuera de burbuja y hay que temerle; pero no tengan miedo, pues, en la otra vida lo vamos a pasar mejor, mucho mejor.

Economista, escritor costumbrista.
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