La minería, por naturaleza, es una operación profundamente influenciada por su entorno geográfico y las características del yacimiento.
- 18/12/2025 00:00
2025: Cuando el sentido común y la fuerza legítima derrotaron al caos y recuperamos derechos y libertades
La primera función que han cumplido los gobiernos a través de la historia es mantener la ley y el orden interno y defender a los habitantes de agresiones externas. Así lo destaca el politólogo S.E. Finer en su monumental obra sobre los gobiernos en la historia (The History of Government from the Earliest Times, 3 tomos,Oxford,1997).
Lo primero que hay que destacar de este año, ha sido el restablecimiento de un orden público seriamente comprometido por los cierres de calles promovidas por una coalición que he llamado la del retroceso (Suntracs, sector minoritario de educadores, pandillerismo, estudiantes y ambientalistas extremistas entre otros).
Terminaron los cierres arbitrarios por parte de eso grupos, ejecutados al margen del sistema jurídico y su auto atribución de un veto violento sobre los actos de los gobernantes legítimos mediante el caos como método y con efectos de desestabilización de la democracia, con la esperanza utópica y autoritaria como meta.
Asimismo, el control férreo sobre nuestra frontera con Colombia y la inmigración ilegal y explotada como negocio por las mafias que controlaban ese negocio, nos liberó de una clara amenaza externa.
Otra función histórica de los gobiernos es proteger a la ciudadanía en sus derechos. Así recobramos, en primer lugar, nuestro derecho de transitar libremente por nuestras calles sin interferencias arbitrarias y violentas de la citada coalición del retroceso histórico, derrotada rotundamente en julio de este año primero en Bocas del Toro y luego en el área Metropolitana.
Recuperamos, en segundo lugar, otro derecho fundamental para nuestra sociedad: la seguridad social. Con las reformas introducidas se salva el sistema del cual dependen cientos de miles de panameños.
No hay que soslayar que el derecho a la honra también recibió un gran respaldo cuando se desvelaron esfuerzos concertados, a través de medios tradicionales y redes sociales para anular de la vida pública al actual presidente de la República y a otros. Esta práctica es una amenaza a la democracia, como lo destaca un politólogo que analiza nuestro mundo y sus amenazas, entre ellas las conspiraciones para borrar de la esfera pública a personas que ven el mundo de otra forma y así crear un falso “mundo en crisis permanente” (Robert Kaplan, Waste Land,2025, pág.143)
En el mismo plano internacional hay que situar el desempeño exitoso de nuestra diplomacia en el contexto geopolítico actual, desde las controversias sobre el Canal pasando por nuestro giro hacia Mercosur, la destacada participación en la ONU y la presencia en Oslo en apoyo a la democracia y la paz.
Quedan graves problemas por resolver, pero hemos salido de los años de retroceso general. Entre ellos, los más urgentes son el desempleo y la violencia arbitraria en varias de sus manifestaciones más graves: el crimen organizado que ya empieza a cobrar víctimas de todos los estratos sociales y de la fuerza pública. El sistema penal acusatorio debe ser reevaluado.
No menos importante para lo anterior es la reactivación de proyectos que generen grandes niveles de empleo formal y evitar impagables condenas por expropiaciones indirectas, como la cuestión minera, prohibida tanto por nuestro derecho interno (art. 21 de la ley 54 de 1998) como por tratados de protección de inversiones ratificados por Panamá.
No hay que perder de vista que no es solamente el desempleo abierto el que ha aumentado sino la pobreza y la desigualdad desde 2023, y que nos coloca como el segundo país con mayor desigualdad en la región, según la Cepal.
La estabilidad de la democracia dependerá, como lo destaca el filósofo británico A. Grayling en obra publicada hace unas semanas (For the People: Fighting Authoritarianism and Saving Democracy, pág. 144), en que los gobiernos democráticos, asediados por ataques orquestados desde adentro y el exterior por grupos que trabajan en favor de un modelo autoritario, atiendan adecuadamente las aspiraciones y necesidades de los ciudadanos.
En esta dirección está el progreso del país, que ya ha empezado a transitarse en 2025, año que por lo demás, marca un acentuado giro hacia gobiernos conservadores en Latinoamérica, iniciado desde 2023 en Argentina y este año en Bolivia y Chile que darán prioridad a la libertad sobre la igualdad de resultados en el plano económico y social. Avanzar hacia una igualdad de oportunidades me parece una meta digna de alcanzar por nuestra democracia.