• 08/02/2021 00:00

Evitemos una tercera ola de COVID-19

“[…] los ambientes interiores en los que vivimos y trabajamos son los lugares más comunes en los que se transmite el virus, ahora probablemente repotenciado […]”

Esta semana, como parte de la necesaria recuperación económica, y confiando en que somos capaces de portarnos bien para mantener la disminución sostenida de los casos, abrirán los restaurantes y otros comercios. Aunque los dueños se han comprometido con el cumplimiento de las medidas solicitadas por el Minsa, es de suma importancia que tengamos presente que, el riesgo es enorme, y si no cumplimos todos cabalmente con las medidas que establece el Minsa, sufriremos una tercera ola de COVID-19 que nos obligará a retomar algunas restricciones que ya aplicamos para aplacar la primera ola y el repunte del que estamos saliendo. Y, entonces sí, que la salud colectiva y la economía se irán a pique.

Y esta afirmación no me la estoy inventando porque soy un fundamentalista que no es capaz de considerar el necesario equilibrio entre la salud y la economía. Todo lo contrario, lo que más ansío es que recuperemos la normalidad, pero considero obligatorio llamar la atención sobre un riesgo inminente y la necesidad de redoblar el cumplimiento de las medidas por todos en todos los lugares.

Los ejemplos globales y los argumentos científicos abundan. Por un lado, el coronavirus tiene sumida a Europa en una tercera ola de COVID-19, con variantes del virus mucho más contagiosas, algunas propias, otras importadas. Pero no es solo en Europa. Refiriéndose a este asunto, un grupo de científicos, de reconocido prestigio internacional, afirmó, unánimemente, en una entrevista realizada por la agencia de noticias independiente “ProPublica”, que la variante descubierta por primera vez en el Reino Unido, eventualmente, se convertirá en la versión dominante del coronavirus en los EE. UU. Por su parte los CDC confirman esta presunción, al estimar que la mutación se convertirá en dominante en marzo, utilizando un modelo que supone que es un 50 % más transmisible que el coronavirus original.

Esta situación es completamente aplicable a nuestro contexto. Producto de nuestra posición geográfica, de la amplia circulación del virus y el elevadísimo porcentaje de población susceptible, la aparición de nuevas variantes, con mayor virulencia, es inminente. Aunque nuestro país parece relativamente libre de la mutación en este momento, la situación podría verse diferente en cuestión de meses. La buena noticia es que nuestro Instituto Gorgas está realizando los estudios para detectar la presencia de mutaciones entre los casos positivos, lo que fortalecerá las intervenciones para controlar la epidemia.

Por otro, todos los estudios científicos disponibles, señalan los espacios interiores, en especial los restaurantes, donde no es posible un enmascaramiento constante, como algunos de los lugares de mayor riesgo de transmisión. Incluso con mesas distanciadas, los estudios de casos han demostrado que las gotas pueden viajar largas distancias dentro de los establecimientos de comida, a veces ayudadas por el aire acondicionado. Por estas razones, algunos consideran como imprudente la apertura de los restaurantes.

Eso quiere decir que, si usted decide permanecer en un espacio cerrado, conversando y comiendo con otras personas, es importante que esté consciente de que aumentan sus posibilidades de adquirir el virus, y por ende transmitirlo a sus familiares y amigos. Pero también aumentan sus posibilidades de enfermarse, poner en riesgo su vida y la de sus seres queridos, y contribuir al desarrollo de una tercera ola de COVID-19 en el país.

No obstante, aunque corrobora la posibilidad arriba señalada, el reconocido Dr. Anthony Fauci, manifestó que, “ciertamente hay que estar preparado para la posibilidad de que las cosas empeoren a la luz de las variantes, pero eso no es inevitable porque hay cosas que podemos hacer para mitigarlo”, agregando que, “no somos observadores indefensos de nuestro propio destino” y haciendo un llamado a redoblar las medidas de salud pública.

Otra buena noticia es que, hasta ahora, las vacunas que se han puesto a disposición del público parecen ser razonablemente efectivas contra las variantes del coronavirus. Pueden ser un poco menos efectivas contra la variante descubierta en Sudáfrica, pero ninguna de las variantes es invulnerable, por lo que una vacuna debería ofrecerle al menos protección parcial contra cualquier forma del coronavirus que encuentre. El problema es que, para que detengamos de forma efectiva la circulación del virus, deberemos ser capaces de proteger, por lo menos, al 70 % de nuestra población susceptible.

Al final, solo me resta manifestar que, ahora que estamos a punto de entrar en un nuevo escenario en el que disfrutaremos de más libertad, no olvidemos que, este virus vino para quedarse, que tenemos que protegernos, que los ambientes interiores en los que vivimos y trabajamos son los lugares más comunes en los que se transmite el virus, ahora probablemente repotenciado, por lo que es obligatorio mejorar las condiciones higiénicas y de ventilación de estos ambientes interiores para disminuir la transmisión de la enfermedad.

El enemigo, como lo llamamos, seguirá buscando personas susceptibles para infectarlas, y continuará extendiéndose entre la población hasta que haya suficiente inmunidad entre nosotros, ya sea porque más del 70 % de los panameños ha estado en contacto con el virus, o porque las vacunas disponibles son accesibles para todos y no solo para los países con más recursos.

Médico, exrepresentante de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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