• 11/06/2021 00:00

Solo perduran en la historia algunos presidentes

“La historia es inflexible con quienes han gobernado el país, y no olvida sus equivocaciones, recuerda muy bien los daños y errores que han cometido”

Revisando cuidadosamente la historia de nuestro país, llegué a la conclusión de que los presidentes, para el bien o mal de su administración, algunos son a la posteridad recordados. Casi nunca son olvidados sus nombres a los pocos años de finalizado su período. Esto no pasa con ningún vicepresidente ni ministro de Estado o director de alguna entidad gubernamental. Ninguno de ellos pasa a la historia, y muy pronto se olvidan, inclusive no recuerdan su nombre y al igual su labor realizada.

Muy pronto el caso que ha estado en la opinión pública como de gran corrupción, el de la Lotería Nacional de Beneficencia tendrá, penosamente, la misma suerte del olvido. El panameño espera que esta institución ayude a los necesitados y no sea un botín para seguir robándole al pueblo. Jamás, lamentablemente, se acordarán de quién fue la directora general o quiénes son los miembros de la junta directiva.

Se verá si el presidente actuó correctamente y de manera responsable en la investigación de este acto de corrupción. En el caso de la misma Asamblea Nacional, está en la percepción de la mente del panameño la corrupción y en el porvenir serán ignorados sus nombres. Posiblemente algunos sí recordarán excelentes oradores como Felipe Juan Escobar y José Isaac Fábrega, entre algunos otros.

El panameño, usualmente, se olvida de los nombres de algunos mandatarios. Pero no pasa así con todos, a pesar del tiempo transcurrido. Hay algunos que se les ha identificado con sus obras insignes: Dr. Amador Guerrero, José Agustín Arango y los otros miembros de la Junta Provisional de Panamá.

Se recuerda del pasado a Belisario Porras, quien hizo mucho por la institucionalidad del país. Don Roberto F. Chiari, por el rompimiento de las relaciones con los EE. UU. Al Dr. Arnulfo Arias, varias veces presidente de Panamá, se recuerda también por la creación la CSS y que le dio el voto a la mujer. Don Enrique Jiménez hizo la Zona Libre de Colón y el Aeropuerto de Tocumen, que hoy en día se llama Omar Torrijos.

Omar Torrijos no fue presidente, pero, a través de un golpe de Estado militar, gobernó. Con habilidad, logró la abolición del tratado de 1903 y firmó con el presidente Carter el nuevo tratado de 1977, que devolvió la jurisdicción del canal y de todo el territorio nacional.

Algunas instituciones importantes llevan el nombre de distinguidos panameños, como el Hospital General del Seguro Social, el cual se llama Arnulfo Arias. El Colegio de la Normal de Santiago, se llama Juan Demóstenes Arosemena. La Asamblea Nacional, lleva el nombre de Justo Arosemena. El Colegio Remón Cantera, al igual que el hipódromo de carreras, llevan el nombre del expresidente. También se ha honrado la memoria de Rubén Darío Carles, en el edificio de la Contraloría General de la República.

Hay tres deportistas que se han distinguido mucho y sus nombres los llevan el estadio Rod Carew, la piscina lleva el de la nadadora Eileen Coparropa, y el antiguo Nuevo Panamá lleva el de la leyenda del boxeo: Roberto Durán.

La historia es inflexible con quienes han gobernado el país, y no olvida sus equivocaciones, recuerda muy bien los daños y errores que han cometido.

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