• 25/07/2021 00:00

¡Abran las jaulas! (IV)

“[…], si la competencia amontona sus gallinas y como resultado vende sus huevos a un precio más bajo, no queda más que todos hagan lo mismo o salgan del mercado”

Si las jaulas para terneras y cerdas son malas e inhumanas, las que se usan para gallinas ponedoras son aún peores. El informe de un comité de expertos del Gobierno británico, presidido por F. W. Rogers Brambell, un zoólogo eminente, publicado en 1965, recomendó que los animales de granja deberían tener “cinco grados de libertad”; es decir, capacidad para darse vuelta, recostarse, levantarse, estirarse y cruzarse, sin restricción de movimiento. Cuando se propuso esto a los votantes de California, en 2008, inmediatamente recibió un apoyo abrumador y ahora es ley en California.

En 2013, Joy Mench y Richard Blatchford, del Departamento de Ciencia Animal y Centro para el Bienestar Animal de la Universidad de California, en Davis, realizaron una investigación, financiada por el USDA de California, sobre lo que esto significa para las gallinas. Filmaron gallinas y procesaron las imágenes con un “software” diseñado para generar el espacio tridimensional utilizado para cada uno de los “cinco grados de libertad”. Aletear alas, permitiendo una pulgada entre la punta de cada ala y el borde de la jaula, requirió la mayor cantidad de espacio: 297 pulgadas cuadradas. Dar la vuelta requirió 204 pulgadas cuadradas y pararse tomó 87 pulgadas cuadradas. A modo de comparación, una hoja de papel tamaño carta mide 93.5 pulgadas cuadradas.

Sin embargo, las pautas actuales establecidas por United Egg Producers, la organización comercial que aglutina la industria del huevo en los Estados Unidos, permiten tan solo 67 pulgadas cuadradas por gallina. Bajo ese grado de aglomeración, las gallinas no pueden batir las alas en absoluto, y pueden darse vuelta solo si otra gallina en la jaula está acostada y ocupa menos espacio. Incluso de pie, las aves se apretarían unas contra otras o el borde de la jaula. Las gallinas se encuentran en estas condiciones terribles durante al menos un año, hasta que su tasa de descanso disminuye y son sacrificadas.

Además, aunque United Egg Producers se jacta de que el 76 % de los huevos producidos en los EE. UU. provienen de gallinas criadas de acuerdo con sus pautas, ¿qué pasa con el otro 24 %, que equivale a 70 millones de gallinas? Rembrandt, el tercer productor más grande de los EE. UU., tenía millones de gallinas en jaulas con solo 48 pulgadas cuadradas por ave. Y no es que Rembrandt decidió comprimir sus gallinas porque sus dueños son sádicos; el aplastamiento fue más bien el resultado de lo que se podría llamar la economía inhumana, en la que si murieran más gallinas debido a la aglomeración y cada gallina pusiera menos huevos de lo que lo haría una gallina en soltura, esto no superaría los beneficios económicos de obtener una mayor cantidad de huevos de producción por capital invertido. Una triste realidad en una industria en la que las gallinas son baratas, pero las jaulas y las maquinarias para ventilar los cobertizos y recolectar y clasificar los huevos no lo son. Por eso, si la competencia amontona sus gallinas y como resultado vende sus huevos a un precio más bajo, no queda más que todos hagan lo mismo o salgan del mercado.

Pero aquí están las buenas noticias: Rembrandt ahora está sacando sus gallinas de las jaulas. También Rose Acre Farms, el segundo productor de huevos más grande de los EE. UU. Sus directores ejecutivos dijeron en 2012 que querían adelantarse a la creciente ola de preocupación de los consumidores por el bienestar animal. Tal vez quieran seguir vendiendo sus huevos en California y Michigan, que han prohibido la venta de huevos que no se producen de conformidad con las leyes que se aplican a los productores de sus estados. O quizás quieran probar otros sistemas desarrollados en Europa. O tal vez ahora sí tienen conciencia del maltrato en que se encontraban esos animales.

Para las gallinas, como para las cerdas, el avance más importante provino de McDonald's, cuando en septiembre 2015 anunció que eliminaría en diez años los huevos de gallinas enjauladas. McDonald's utiliza dos mil millones de huevos al año, o el 3 % de toda la producción de huevos en los EE. UU. McDonald's afirma que precisamente porque es un gran consumidor de huevos, tardará al menos diez años en asegurar un suministro adecuado.

De cualquier manera, una vez más, las políticas de McDonald's provocaron a que otros también abran las jaulas: desde septiembre 2015 ha habido casi cien anuncios, incluidos los de Kroger y Albertson, dos cadenas de supermercados grandes de EE. UU. En 2017, Walmart, el minorista más grande del mundo, anunció que también eliminará los huevos de las gallinas enjauladas en todas sus tiendas en los EE. UU. y Canadá. En la próxima entrega, el fin de esta saga.

Empresario, consultor en nutrición y asesor de salud pública.
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