• 02/08/2021 00:00

¿Qué hacer con el coronavirus?

“Si no se sabe con claridad de dónde viene y cómo se transmite, nunca vamos a poder vivir en paz […]”

La Palma, Paja de Sombrero, Gualaca. _ Cuando se supo de la enfermedad, que en menos de lo que canta un gallo recorrió todo el mundo, todos nos alarmamos. Pero nadie movió un dedo para investigar científicamente cómo surgió y por qué se propagó tan rápidamente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recurrió a un método poco científico, y todos los ministerios de Salud de todos los países le hicieron eco: echarle la culpa a la población.

Al principio, surgió una hipótesis, un poco afrentosa contra los chinos, con la cual se les atribuía el problema, porque decían que en el lugar donde surgió, la llamada provincia de Wuhan, algunos comían murciélagos y eso provocó el mal. Después, inventaron consignas un poco ridículas, como la de la “nueva normalidad”, “cuídate tú mismo”, etc. Luego, encerraron a la población, dando motivo a la creación de la crisis que tenemos hoy en la economía, el desempleo y los problemas de tensiones en la gente. La última consigna ridícula que he escuchado es que “el virus llegó para quedarse”, y, por tanto, aunque se vacune la gente, siempre les va a dar el mal. Con motivo de las medidas de seguridad (entre las que están los toques de queda y los encerramientos los domingos), se han impuesto miles de miles de multas; y nada de todo esto ha ayudado a prevenir los contagios, porque insisten en la equivocación de echarle la culpa a la gente. Algunas personas, incitadas por el temor que infundieron las autoridades, salían a la calle con traje espacial, y se contaminaron. Todo el mundo usa la mascarilla, cosa que puede ser peligrosa para la salud, porque obliga a respirar lo que los pulmones expulsan en el proceso de limpieza de la sangre, y el contagio sigue.

Pues bien, desde un principio, he pensado que en todo esto hay una enorme equivocación, lo malo es que yo no soy rico ni politiquero para que me escuchen; pero todo ha sido como una farsa que, por no combatirse el objetivo, mucha gente está muriendo o se enferma con las secuelas que puedan tener. Para mí, el objetivo no es la gente, no es culpando a la población el método adecuado para combatir tan grave enfermedad y estoy seguro de que incluso los contagios no se dan de persona a persona, como se ha dicho.

Me parece difícil de asimilar de que de persona a persona el mal haya recorrido el mundo tan rápidamente. Históricamente, se ha comprobado que muchas epidemias siempre tienen un punto de origen y un medio de transmisión que no es de una persona a otra. ¿Por qué no investigan esto los científicos del Gorgas y los destacados médicos que tiene el Ministerio de Salud?

Para mí, es absurdo que, teniendo el mundo tanta tecnología sofisticada para crear bombas y armas de destrucción masiva, y teniendo tantos científicos capaces de crear esas armas, no hayan podido determinar con seriedad de dónde viene el virus y cómo es que se transmite verdaderamente, porque este es el factor importante. Si no se sabe con claridad de dónde viene y cómo se transmite, nunca vamos a poder vivir en paz, y la policía siempre tendrá el glorioso oficio de andar persiguiendo a la población, y los jueces de paz divirtiéndose, imponiéndole multas.

Abogado, docente.
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