• 17/09/2021 00:00

Demandada revolución educativa

“Lo resumidamente anotado, […], pretende sacudir a una mente receptiva para concretizar las demandas de cambios que palpitan en la mayoría panameña”

Demostrado está que la historia de todo lo existente es producto de incesante proceso permanente de cambios originados en fuerzas invisibles (mente - energía). Todo se trasforma constantemente en subproductos materiales como copias del cuerpo original. Bien se sostiene que lo visible no muere, solo se transforma; y lo que no se transforma, entonces desaparece, pero no muere. La vida siempre le gana a la muerte.

En este proceso de cambios permanentes, aparecen figuras que dejan de existir para trascender como arquetipos ejemplares por su trayectoria-ejecutoria; no mueren, solo se transforman, sembrándose en la consciencia de generaciones venideras en búsqueda de ideologías-doctrinas para transformar lo existente. Es un impulso irresistiblemente inevitable que remplaza lo obsoleto por la demanda de nuevo modelo.

Lo anterior, a manera de introducción, si lo traspalamos a la realidad de cambios mundiales, en todos los órdenes, que influyen en nuestro Panamá, debemos reconocer que quedaremos rezagados, si no nos subimos a esa “carreta”; ubicándonos en la retaguardia y no en la vanguardia de transformaciones vitales; especialmente los demandados para el sistema educativo; del cual, como columna vertebral en cualquier sociedad, se conectan en retroalimentación los otros sistemas.

En esa demanda sentida colectivamente, por generar una nueva estructura de nuestro sistema educativo, obviamente consensuaremos la caracterización del perfil del conjunto de valores que deberá poseer el producto - ser humano egresado finalmente: contextualizado con una visión realista-universalista de su futuro y capaz de integrarse al accionar productivo que oportunamente debe abrirle la sociedad. Deberá ser un ser humano nuevo por el manejo capaz en los nuevos instrumentos tecnológicos de trabajo, con una justa valoración de lo pasado trascendentalmente. Es un viajar al futuro para construir el presente que plasme una nueva consciencia colectiva: 1.- La estructura administrativa de un nuevo sistema que incorpore sentidamente toda la geografía humana; con participación y consulta periódica de sus componentes. 2.- Replantear los contenidos curriculares correspondientes a la demanda de una nueva consciencia; especialmente a los educadores con mentalidad de asalariados y no de reformadores sociales. 3.- Aplicar un nuevo sistema de evaluación que enfatice los valores y actitudes para la investigación-autoaprendizaje solidario. 4.- Extraer, mediante la educación comparada, experiencias que pueden insertarse en el sistema panameño.

Tenemos fe, porque poseemos valiosos pensantes pedagogos, que alcanzaremos la conquista de una nueva educación.

Lo resumidamente anotado, solo con la intención de despertar el inducir al impulso agitador para una revolución educativa, pretende sacudir a una mente receptiva para concretizar las demandas de cambios que palpitan en la mayoría panameña. Reconocemos que no será un proceso fácil, pues se trata de abordar un sistema complejo con muchos intereses; que exigirá la integración de autorizados pensamientos capacitados para impulsar, a mediano o largo plazo, un proceso sin radicalismo orientado a un cambio revolucionario; iniciativa que partirá del ente gubernamental correspondiente, con el acompañamiento de los grupos organizados y anuentes en estructurar un país educativo; donde no solo prime la educación formal, sino la informal.

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