• 10/11/2021 00:00

Sobre el 10 de Noviembre de 1821: la independencia de los santeños

“[…] no permitiré especular, sin el movimiento de la Heroica Villa de Los Santos, Panamá no hubiese sido libre en 1821, y eso es todo”

La situación económica del Istmo de Panamá, para 1820-1821, específicamente no era la mejor de las condiciones. El estado era paupérrimo. Ya lo venía estando desde mediados del siglo XVIII, exactamente con la extinción del sistema de Ferias y Galeones de Portobelo en 1748 y la supresión de la Real Audiencia de Panamá en 1751. La economía subsistía de la explotación agraria de subsistencia y por las cajas reales del Perú, tal como lo señala el Dr. Celestino Arauz, en su obra “El Panamá hispano: 1501-1821”.

Y, por otra parte, la situación misma de uno de los puertos que conectaban al Istmo con el resto de regiones, como lo era el Puerto Neogranadino de Cartagena, que, para la fecha, estaba siendo asediado, desde 14 meses antes, por las fuerzas revolucionarias; así, el 23 de septiembre 1821, Cartagena, capitula ante las fuerzas revolucionarias.

Este hecho, que fue impactante, conlleva desde ese momento a planear la conjura por parte de los istmeños y se hace más patente, tal como lo menciona Mariano Arosemena en su obra “La Independencia del Istmo”, escrita pocas décadas después de los acontecimientos. Nos dice que en 1820 se crea el primer periódico “La Miscelánea”, su editor era José María Goytía, quien fue el introdujo la imprenta a Panamá, en ese mismo año.

Cuando la guerra se torna más hostil en Guayaquil, Ecuador, zarpa hacia esas regiones el gobernador de Panama, el mariscal de campo Juan de la Cruz Mourgeon y Achet, con tal hecho “los momentos eran solemnes, para ir preparado nuestra emancipación política”. Se deviene que la intención era negociar con las fuerzas y autoridades de la guarnición, como lo eran el Batallón de Cataluña, la Compañía de Artilleros y la Milicia Parda, esta última compuesta por mestizos y negros libertos coloniales. Esta era la categoría a que aludían los españoles en esa época.

Sucede que antes del 10 de Noviembre los notables santeños tenían otra idea de cómo llevar a cabo la Emancipación.

A diferencia de la ciudadela de Panamá, los patriotas santeños no deseaban negociar ni muchos dedicar estipendios económicos a alguna autoridad, esto debe quedar bien patentizado: el gesto de Emancipación de La Villa de Los Santos no era negociable, era la voluntad general de la comunidad liberarse. También es cierto e innegable que el triunfo de las fuerzas independentistas en Suramérica, y en especial en Cartagena, les dio fortaleza a sus propias aspiraciones de libertad.

Tenemos entonces, para inicios de noviembre de 1821, dos posiciones: la de los notables de la ciudadela de Panamá, que contaba con Mariano Arosemena y la de los campesinos santeños, o criollos interioranos, liderada por Segundo José de la Encarnación Villarreal Rivera.

La proclama era dirigida al Libertador Simón Bolívar y destacaban las razones de su emancipación: la ruinosa extracción del poco dinero propio de los criollos y la aniquilación general de las labores del campo y una carestía de lo básico para sobrevivir.

En esas condiciones, los santeños ponen la emancipación bajo los auspicios del Libertador Simón Bolívar, nótese que la declaración de Independencia del 28 de Noviembre no propone lo mismo. Ya que el mismo Mariano Arosemena dice en su obra Independencia del Istmo: “aparece un movimiento reaccionario en La Villa de Los Santos, proclamando la Independencia de manera irregular y deficiente, novicios, pero el levantamiento popular hizo una fuerte impresión en la ciudad”; dicho de otro modo, obligó a la ciudadela de Panamá a ponerse en la corriente.

De ahí la razón que afirme que el movimiento santeño fue más leal a los principios de la libertad y de la lucha por la independencia y al ideal del Libertador Simón Bolívar, y esa idea está bien ponderada.

Así, en un golpe audaz, valiente, viril y determinante toman el cuartel de los españoles el 10 de Noviembre, algunos autores e historiadores mencionan a Rufina Alfaro dentro de ese glorioso complot, otros son más específicos y nos dicen que luego de haber tomado el cuartel por las armas, los criollo rurales que estuvieron al frente de la tal revolución, aparte del coronel Segundo Villarreal, José Antonio Salado, Julián Chávez, Joseph Moreno, Salvador Castillo, Manuel Joseph Hernández, y Pedro Hernández.

Así, el 10 de Noviembre de 1821 ocurre la Independencia del Istmo de España, se proclama primero en La Villa de Los Santos, no en la ciudadela de Panamá, que tomó más de dos semanas en reaccionar, el movimiento es legítimo y no solo puede ser considerado un “grito”, ¡sino una acción! De la cual la consecuencia inmediata fue la independencia general de todas las provincias del Istmo de Panama, no permitiré especular, sin el movimiento de la Heroica Villa de Los Santos, Panamá no hubiese sido libre en 1821, y eso es todo.

¡Que viva mi patria santeña por siempre!

Magíster en Educación Superior y profesora de Geografía e Historia.
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