• 31/01/2022 00:00

Antes que termine enero

“El 9 de enero cambió para siempre la historia de nuestro país y me preocupa enormemente que se pierda su valor e importancia en el tiempo”

Antes que termine enero, quiero referirme nuevamente a los eventos del 9 de enero de 1964 y algunas de las situaciones que se dieron seguidamente, una vez los hechos ocurrieron. Me anima el artículo de mi amigo Tomás Paredes Royo, titulado “El libro de Wendy Tribaldos sobre el 9 de enero”, publicado en La Estrella de Panamá, el pasado jueves 27 de enero de 2022. Debo aclarar dos cosas: 1- no he tenido la oportunidad de leer el libro de Wendy Tribaldos y esta nota no es una opinión sobre la misma. Y, 2- no soy historiador.

Tomás Paredes, entre otras cosas, señaló que: “En el libro podemos percatarnos del peso que tuvo el “anticomunismo” de los diferentes Gobiernos norteamericanos y cómo este factor influyó para que los dirigentes de ese país se vieran impedidos para entender la justeza de las aspiraciones de Panamá en torno a la Zona del Canal y el Canal, (…) En ese momento cualquier disensión se relacionaba con Cuba y se tildaba de comunista”.

En los archivos del presidente Lyndon Johnson en Austin Texas, sobre los sucesos del 9 de enero hay decenas, sino cientos de documentos relacionados al manejo del tema a lo interno de la Casa Blanca durante los días y las semanas subsiguientes a los hechos. Una nota del 11 de enero de 1964, firmada por Mildred Stegall (asesora y confidente cercana del presidente Johnson) y dirigida a Walter Jenkin (otro asesor político del presidente), decía: “Walter: llamó el Dr. L. M. Polan y dijo lo siguiente: “Tengo entendido que el presidente está pidiendo información sobre la actividad comunista en la Zona del Canal, que es paralelo a mi propio pensamiento. Esto es lo que quería transferir a Walter. Siento que esta es una prueba Moscú-La Habana para el presidente y él va a estar obligado a enfrentar estas pruebas en otros lugares. Creo que Moscú tiene la intención de jugar muy duro en esto”. Hasta donde he investigado, Polan era un industrial del estado de Virginia con acceso a la casa Blanca.

El 30 de enero de 1964, Jenkin le escribe a Mildred que el Dr. Polan lo había llamado, le dijo que “… pienso que el presidente está siendo asesorado indebidamente sobre Panamá (…) Nos dijeron que el Sr. Mann representaría y estaría a cargo de los asuntos en representación del Presidente en Sudamérica, pero todas las noticias informan ahora que es el embajador Bunker. Eso ha sido un colapso total”. Según la nota, Polan también le dijo a Walter Jenkin que: “Su soberanía es igual a la nuestra y es su tierra. Nuestra inversión original fue amortizada por cincuenta años de uso. A pesar de todos los argumentos, estamos tomando un gran riesgo de ver otra Cuba que podría resultar en una conflagración militar en la Zona. Panamá tiene derecho a más de lo que pidió el Embajador Boyd en su programa de televisión y deberíamos haberlo arreglado de manera diplomática para darle a ellos al menos lo que él pide. Sugerí el derribo de la cerca porque fue una acción física unilateral sin relación contractual o de tratado. lo recomiendo de nuevo, el presidente debería ordenarlo con una declaración adecuada, independientemente de que si pudiésemos encontrar una manera elegante o no de hacerlo”.

Las argumentaciones de Polan, sin saber si llegaban a oídos del presidente, de cierta manera mostraban una dirección positiva hacia las reclamaciones panameñas. Pero no dejaban de estar enmarcadas como parte de los conflictos entre los dos poderes: la Unión Soviética y los Estados Unidos, esto a tan solo año y medio de la Crisis de los Misiles y casi tres años de la Invasión a Bahía Cochinos en Cuba.

El 9 de enero cambió para siempre la historia de nuestro país y me preocupa enormemente que se pierda su valor e importancia en el tiempo. En otros archivos y bibliotecas presidenciales, como las de Nixon, Ford y Carter, también existen cientos de documentos que promovían la óptica de la amenaza comunista y señalan a cientos de panameños que fueron investigados, perseguidos y acosados por sus ideales, sus demostraciones y reclamos ante la presencia estadounidense en la Zona del Canal. Que la historia los reclame, les haga justicia y que no perdamos de vista que aquí ondea una sola bandera: la panameña.

Comunicador social.
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