• 25/03/2022 00:00

La lucha de los trabajadores

“[...] de no lograrse un acuerdo, [...] huelga nacional, a partir del 4 de abril. Los compañeros del Suntracs han señalado que el objetivo es la Convención [...], pero la tozudez y apetito rapaz de empresarios, [...], no les deja otro camino”

La pesada carga de la crisis la lleva el pueblo humilde y trabajador. Durante la peor etapa de la pandemia fue sometido prácticamente a un cerco de hambre, con contratos y salarios suspendidos; a la fecha aún no todos han sido reintegrados, a muchos se les desmejoraron las condiciones laborales, quienes viven la informalidad no logran gestar ingresos suficientes para hacerle frente al costo de las necesidades básicas de la familia. Sobre nuestros hombros y el de nuestras familias se hace recaer el costo económico de los desmanes de la administración pública y del apetito voraz de los empresarios.

La realidad material revela que a diario la gente siente indefensión cuando sale de los supermercados o tiendas, ya que “pagamos más y cada vez llevamos menos productos”. El costo de vida es galopante, el poder de compra de los salarios se pierde ante la escalada inflacionista, el aumento del costo de vida, la mayor carga impositiva y el deterioro de los servicios sociales de salud. Sin embargo, estamos frente a un Gobierno que no atiende las demandas del pueblo, que aúpa los intereses de las grandes empresas, que despilfarra los ingresos públicos y que permanentemente es cuestionado por casos de corrupción.

En este escenario de pauperización creciente que vive el pueblo, somos testigos de la avaricia, la mezquindad y falta de humanidad de los empresarios que se niegan a reconocerle derechos a los trabajadores y salarios justos.

En el caso de los trabajadores de la construcción, la Capac, cuyas empresas tienen asegurados miles de millones de dólares en contratos con el Gobierno y el sector privado para los próximos años, solo ofrece míseros centavos de incremento salarial por hora a los trabajadores. En el caso de COPA, una de las compañías más grandes de aviación del continente, que goza de grandes incentivos por parte del Gobierno, en manos del grupo económico más poderoso y de mayor influencia en todos los Gobiernos, prácticamente mantiene una conducta similar de incrementos salariales ínfimos.

Los compañeros de Suntracs y Sielas han estado en la mesa de negociaciones por una nueva Convención Colectiva, a fin de alcanzar reivindicaciones que propendan a trabajo digno y salario justo, así lo demuestran las propuestas presentadas todas sustentadas técnicamente considerando las condiciones macro y microeconómicas, así como las condiciones materiales de vida de los trabajadores, evidenciando que mientras las actividades económicas se recuperan y obtienen ganancias, el poder de compra de los salarios es cada vez menor.

Suntracs, haciendo ejercicio de sus derechos laborales, lucha por una Convención Colectiva que permita a los trabajadores bienestar humano, y advierte que, de no lograrse un acuerdo, ejercerá su derecho de huelga nacional, a partir del 4 de abril. Los compañeros del Suntracs han señalado que el objetivo es la Convención y no la huelga, pero la tozudez y apetito rapaz de empresarios, que han logrado acumular ganancias extraordinarias, gracias al sudor de los obreros, no les deja otro camino.

Conusi expresa su solidaridad y apoyo irrestricto a los compañeros en lucha, al igual que lo hicimos con los trabajadores de la empresa Bimbo, cuyo conflicto terminó recientemente, demostrando que sin luchas no hay victorias.

Esta radiografía nos permite plantear que la demanda social urgente del pueblo panameño gira en torno al aumento general de salario y pensiones, y la ejecución de una política de disminución, congelamiento y control de precios de los bienes y servicios básicos, tal como ha planteado Conusi; a ello sumamos la necesidad urgente de establecer una política pública para la generación de empleo digno.

Ante el estado de pauperización de las condiciones materiales de vida del pueblo panameño, nos asiste el derecho a exigir una ruptura con el modelo económico que concentra la riqueza y los ingresos en cada vez menos personas.

Conusi-Frenadeso.
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