• 21/08/2022 00:00

La ciencia del bienestar

El secreto mejor guardado de la vida es la frecuencia con la que, dadas las condiciones adecuadas, el cuerpo puede curarse a sí mismo. Incluso con un fumador empedernido de toda la vida, si deja de fumar, entonces dentro de 15 años, su riesgo de cáncer de pulmón se acerca al de un no fumador.

El secreto mejor guardado de la vida es la frecuencia con la que, dadas las condiciones adecuadas, el cuerpo puede curarse a sí mismo. Incluso con un fumador empedernido de toda la vida, si deja de fumar, entonces dentro de 15 años, su riesgo de cáncer de pulmón se acerca al de un no fumador. Y esto es totalmente increíble.

El cuerpo humano realmente tiene capacidades de autocuración que a menudo se pasan por alto. Creo que la curación es parte del universo en el que vivimos. Cuando miras a nuestro alrededor, la naturaleza quiere curar. Ella no quiere quedarse desgarrada y rota. Campos que fueron devorados por fuegos y quemas, vemos a medida que pasan las décadas, vuelven a ser fértiles. Y los animales ciertamente se curan a sí mismos.

Pienso que la fuerza de la curación es solo una parte del universo. Y ciertamente se extiende a nuestros cuerpos. Si eliges un órgano, no conozco a nadie que no sane. Cuando un cirujano sutura una laceración irregular de la piel para cerrarla, solo está haciendo un acto mecánico y quiere hacerlo lo mejor que puede. Pero no sabe cómo hacer puentes de nuevos vasos sanguíneos sobre la piel desgarrada. No sabe cómo hacer girar las fibras de colágeno. Pero de seguro, esa piel seguro que sí. El cuerpo de todos sabe cómo hacer eso.

Cuando hay un hueso fracturado, el ortopeda pone los extremos del hueso en oposición y los mantienes allí, y pasan las semanas y crece hueso nuevo, y los huesos ciertamente sanan. Cuando cambiamos la dieta de las personas que tienen una terrible inflamación del colon, colitis o enfermedad de Crohn, vemos crecer una nueva capa de células de revestimiento del intestino. Y los órganos, incluso el corazón después de un ataque cardíaco y los cerebros después de un derrame, todos sanan. No a menudo, no perfectamente en su estado prístino, pero el cuerpo no quiere quedarse inflamado, no quiere quedarse roto, no quiere quedarse desgarrado.

Y así, hay una fuerza curativa en absolutamente cada uno de nuestros tejidos, cada uno de nuestros órganos, y cada uno de nuestros cuerpos. Aunque los órganos son diferentes, todos requieren lo mismo. Todos los tejidos vivos requieren una fuente de oxígeno, requieren combustible, en forma de glucosa. Necesitan cofactores como vitaminas, minerales y hormonas. Y necesitan estar libres de sustancias que interfieren. Si estás tratando de curar una herida, no quieres un montón de licor, no quieres niveles altos de azúcar en la sangre, no quieres hormonas del estrés por falta de sueño. Tienes que crear un ambiente curativo en el cuerpo. Pero si lo haces, absolutamente, es una fuerza universal, y todos los tejidos se benefician de ella, y nos dejan asombrados.

Cuando nos referimos a la capacidad y el deseo del cuerpo para curarse, cuando se dan las circunstancias adecuadas, lo primero que se nos viene a la mente son las enfermedades crónicas no transmisibles, como la del corazón, el cáncer o la diabetes. Esas matan cada año a más personas en el mundo que cualquier otra causa. Ahora tenemos estudios que muestran que una dieta basada en alimentos sin procesar, rica en verduras y frutas, junto con algunas otras medidas simples de estilo de vida, pueden literalmente revertir la gran mayoría de los casos de enfermedades cardíacas, incluso los casos avanzados (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/1973470/).

¿Y por qué y cómo funciona esta dieta? Primeramente, somos primates herbívoros y tenemos básicamente el mismo sistema digestivo que tienen nuestros primos gorilas y bonobos. Están en los árboles comiendo hojas y frutos. Y no se vuelven obesos, no desarrollan aterosclerosis, no desarrollan presión arterial alta ni diabetes debido a la dieta. Los alimentos integrales son ricos en fibra y hacen que nuestro sistema digestivo y metabolismo funcionen a la perfección. Todo lo contrario a la dieta occidental actual, basada en un montón de alimentos procesados, bebidas azucaradas, alcohol, etc.

Este tipo de dieta procesada fomenta dos procesos patogénicos que causan enfermedades: inflamación y toxicidad crónica. Ahora, esos dos mecanismos son las fuerzas impulsoras detrás de estas enfermedades que nos afectan. Dolor en las articulaciones, dolor en las entrañas, dolor en la piel, etc. Lo vemos cuando los intestinos están en carne viva con las heces sangrolientas y sanan, cuando las personas tienen migrañas crónicas y sanan, cuando las infecciones sinusales mejoran, cuando los pulmones asmáticos silban menos, cuando el dolor en las articulaciones se alivian. Elige un sistema de órganos y la mayoría de ellos sanarán con una dieta basada en alimentos sin procesar. Porque realmente es en lo que estamos diseñados para funcionar.

Todo esto es increíble, al igual que nos preguntamos por qué nadie en las facultades de medicina es capaz de contar esta historia.

Empresario, consultor de nutrición y asesor en salud pública
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