• 27/02/2023 00:00

El ajedrez político

“[...] los jugadores serán el equipo de quienes detentan el poder y los que aspiran a destronar a los que hoy nos gobiernan”

Estamos a punto de comenzar el juego de ajedrez político, teniendo como árbitro al Tribunal Electoral, donde los jugadores serán el equipo de quienes detentan el poder y los que aspiran a destronar a los que hoy nos gobiernan.

Todos los jugadores políticos, independiente de la posición que tengan en este momento, tendrán que ubicarse en estos dos equipos, donde habrá algunos que desempeñarán las funciones de peones, otros serán alfiles, torre, reina y rey, que es la pieza más importante del ajedrez.

Este juego se caracteriza porque cada equipo debe diseñar una estrategia, que obliga al contrincante a repensar su jugada, para poder llevar adelante su estrategia, lo que al final se convierte en una lucha, donde han de triunfar lo más sagaces, los que menos se equivocan en sus jugadas, donde cada una de las fichas cumplen de la mejor forma su misión.

En cada equipo habrá peones, quienes estarán dispuestos a sacrificarse por la misión que deben cumplir, son aquellos que salen al ruedo, a sabiendas de que tienen pocas posibilidades de sobrevivir y que estén conscientes del rol que desempeñan.

Los caballos, dos por cada equipo, tienen la capacidad de saltar y de introducirse en el campo del enemigo, es como una especie de infiltrado, que tiene como objetivo final aportar a la pelea de su equipo. El alfil, otea el horizonte, es visionario, tiene la facilidad de moverse en forma oblicua por todo el terreno y capaz de eliminar al contrario, desde posiciones lejanas. La torre es una pieza letal, se debe preservar para el final del encuentro, porque son fulminante en su ataque.

La reina, tiene como función principal preservar la integridad del rey, y luego utiliza su capacidad letal para defender a su equipo, para lo cual debe medir sus riesgos, porque, si es eliminada, las posibilidades de ganar el juego son remotas.

El rey, el jugador más valioso, los demás jugadores deben cuidarlo, sus movimientos son apenas perceptibles, porque al ser capturado se perdió la batalla, de tal forma que el ganador será el equipo donde termina sobreviviendo el rey.

Cuando termina el juego, quien dirigirá el próximo gobierno será el rey que sobrevive, pero también habrá sobrevivientes peones en ambos equipos, que podrían ser diputados, representantes o alcaldes, los que hayan sobrevividos como parte del equipo que cuidaba la integridad del rey, serán ministros, directores, gobernadores y diplomáticos, entre otros. Cuando haya jugadores valiosos del equipo perdedor, podrían ser llamados a cumplir una función por el nuevo Gobierno.

El rey será el candidato a la Presidencia por los grupos que se disputan el poder, sus pasos deben ser con cautela, sin asumir grandes riesgos y sus jugadores todos deben asumir las funciones que le corresponden, todos orientados a ganar la batalla, un mal paso puede establecer la diferencia y cada equipo tiene que estar vigilante a la jugada de su opositor. El que sobreviva, será el nuevo presidente de la República.

Cada equipo deberá seleccionar a sus jugadores de acuerdo al perfil de las fichas de ajedrez, los jóvenes pueden ser peones, aunque sean eliminados, ganan experiencias, los caballos, gente experimentada que tengan la capacidad de introducirse en el campo del contrario, los alfiles, son gente visionaria que pueden mirar lejos y con alguna experiencia política, las torres deben ser gente de cierta edad, experimentados y que deben mantenerse vivos hasta el final de la contienda y la reina, una persona inteligente, muy allegada al rey, que le pueda hablar al oído y que le sea leal.

Cuando los equipos estén conformados, cada uno debe tener los mejores cuadros, evaluar cada uno las fortalezas que tiene y por supuesto habrá concesiones, donde ambos equipos piensan salir ganadores, pero al final, saldrá victorioso el que tenga la mejor estrategia.

Especialista en Economía de la Incertidumbre.
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