• 25/03/2023 00:00

Las críticas que no llegan

“Las ciencias y la tecnología avanzan por las críticas y las necesidades, pero en el terreno sociopolítico parece que estamos congelados, para no decir estancados, porque no escuchan las críticas de sus electores”

Hay quienes temen criticar y otros a los que no les gusta escuchar críticas; pero hay otros, que se hacen los sordos a las críticas.

Si no existieran las críticas, el mundo no hubiera evolucionado a donde hoy día hemos logrado llegar. Los fabricantes de autos, harían los mismos vehículos que usaron en los años 30 y la aviación no hubiera avanzado tampoco. Gracias a las críticas se ha podido cambiar y mejorar en casi todo en el mundo, tanto en la tecnología, como en las ciencias de la salud y el resto de las disciplinas científicas.

Nadie debería estar ajeno a las críticas, incluyendo en nuestra vida privada. Nuestros padres, familiares, maestros y amistades, son nuestros mejores críticos, pero muchos prefieren no hacerles caso a ellos, cuando son los principales interesados en nuestro porvenir. Quizás algunas de esas críticas no se realizan de las mejores formas y cuestan entenderse en el momento, pero la mayoría tienen buenas intenciones. También las críticas pueden ser sin la información completa, lo que hace que sean rechazadas, pero no deben dejarse de escuchar y ser analizadas, por si acaso.

Las ciencias cuentan con métodos críticos y de discusiones, para lograr conclusiones y sacar provecho a las observaciones con distintos criterios, buscando objetivos acordes y mejorar las metas. Ese es el objetivo final de las críticas. Tampoco es menos cierto, que existen críticas negativas que no buscan mejorar las situaciones, pero eso ya forma parte de otro renglón y en realidad, nos queremos referir a las críticas objetivas y constructivas, que tienen la finalidad de mejorar.

A veces, las críticas no son el verdadero problema, sino los receptores de las críticas que no les gustan o por sus intereses personales o egocéntricos, rechazan las críticas, sin importar las observaciones y en otros casos, solo lo escuchan, dependiendo, de quienes hacen las críticas.

En general, las observaciones que se hacen, ya sean personales o a los diferentes sistemas, si son bien intencionadas, deberían ser atendidas y aceptadas, para mejorar.

Cuando se les hacen críticas a la clase política y a los sistemas, que utilizamos, gracias a ellos, no parece agradarles y menos cambiarlos, según la experiencia, dejando todo igual o poner “peros” a todo, evitando seguir las observaciones.

Las leyes anticorrupción, ley de extinción de dominio, no hacer clientelismo, evitar gastos superfluos, no aprobar inversiones improvisadas de ciertos funcionarios que quieren gastarse millones, son algunos de los temas sobre los que no les interesan las críticas. Se hacen los sordos o ¿será que tienen información diferente a nuestras percepciones?

Las ciencias y la tecnología avanzan por las críticas y las necesidades, pero en el terreno sociopolítico parece que estamos congelados, para no decir estancados, porque no escuchan las críticas de sus electores.

Magíster en Salud Pública.
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