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- 03/03/2016 01:00
Lógica del manejo del agua y desarmar el Estado
En el marco de la peor crisis del agua de los últimos 30 años, como consecuencia del fenómeno de El Niño, de la explosión demográfica desordenada, del despilfarro, producto de una ausencia cultural de la sociedad en su conjunto, que no se ha empoderado del valor del recurso hídrico, y además de un modelo perverso e inhumano que ha creado una cultura que justifica un orden social, sin importar la huella ecológica y la sostenibilidad, aparecen las lógicas que indican, por un lado, lo irreversible del desarrollo y por otro, que el crecimiento, es inexorable. Estas concepciones fueron manifestadas en el marco del debate que se ha extendido hasta la última reunión de la Cumbre de Copenhague del 2015, (COP20), con los Objetivos Post-Sostenibilidad de acceso al agua potable y de Saneamiento.
En esas condiciones, el modelo le ha impuesto a la humanidad una visión en la cual la transversalidad del ambiente y los riesgos consideran que no pueden detener la tasa de retorno de la rentabilidad, o sea la de convertir al mundo en un mercado que consume todo sin detenerse. Y de manera admonitoria, aún no se habían secado las tintas de las deliberaciones globales cuando comienza a emerger una sequía que azota a Panamá y al mundo. Inmediatamente advierten los centros especializados que la presencia de El Niño actual es tan ‘grande y poderosa' como la del catalogado el peor de la historia: el de 1997 y 1998, según señala la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, (NASA).
La fuerza de estas imágenes mostradas por la NASA y del Centro de Hidrometeorología de la Autoridad del Canal de Panamá fue tal, que durante mucho tiempo ya no podía pensar en otra cosa, y de pronto decidí que tenía que escribir unas reflexiones sobre esta historia. No hay dudas de que el cambio climático y la escasez de agua parecen acercarnos a ese paisaje que imaginó la película Interstellar. El calentamiento global es uno de los grandes desafíos de nuestra era. Si no le ponemos remedio, tendrá un coste económico que oscilará entre el 1 % y el 5 % de la riqueza de la Tierra. Solo el 3 % de este líquido que hay en el planeta es dulce y de ese porcentaje únicamente la cuarta parte resulta utilizable o no está contaminado. Muchas personas corren el riesgo de vivir bajo un severo estrés hídrico.
Casi al mismo tiempo los informes de las distintas instituciones y agencias de referencia sobre el agua, como Cathalac, muestran la grave crisis de abastecimiento de agua, producto de la sequía que afecta al país, y el irracional manejo del tema del agua potable de la que carece más de medio millón de panameños. Asimismo se prevé que entre mayo y junio los lagos Gatún y Alajuela reportarán su nivel más bajo, según las proyecciones de la entidad. Los registros históricos muestran que el nivel de los lagos ha estado por debajo del promedio. La situación es crítica para el Canal, pero también para el consumo humano, porque nueve plantas potabilizadoras toman el agua cruda en estos lagos.
En consecuencia, la fuerza de estos guarismos ya está mostrando que el fenómeno atmosférico El Niño azotará severamente a Panamá. Efectivamente los cálculos indican que podría dejar pérdidas en el sector agropecuario por $102 millones en el primer semestre de 2016. Los impactos en los ingresos del Canal de Panamá se verían afectados, por las restricciones de calado de los buques que tendrían que disminuir la carga. Se calcula que un 18 % del monto de los ingresos se afectará.
Entonces, ¿será suficiente la política para enfrentar ese drama, que el presidente adelantó, a través de un plan estratégico a 30 años y el Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050? Y, además, nos ha indicado que se pretende concesionar la producción de agua potable aprovechando la represa de Bayano o, lo que es lo mismo, se nos anuncia la privatización de dicho proyecto. Y se menciona la necesidad de estudiar la exploración del río Indio. Y ello lo justificó afirmando, poco después, que el país ‘necesita mucha inversión privada'.
Entonces, nuestros sueños son otros. Sigamos caminando por un mundo que sea sostenible.
DIRECTOR DEL INSTITUTO DEL CANAL DE PANAMÁ.