• 20/04/2022 00:00

Artes escénicas, representación de vida

“El Festival de Artes Escénicas 2022 ha sido una sólida y satisfactoria vuelta al proscenio y debe constituirse en un orgulloso patrimonio nacional. Ojalá el país pueda respaldarlo”

Una nueva edición del Festival de Artes Escénicas (FAE) ha tenido lugar en la ciudad de Panamá, contra todo pronóstico. Luego de dos años de pausa, debido a la crisis sanitaria de la COVID-19, los organizadores lograron traer varias compañías artísticas extranjeras y, con un conjunto de grupos locales, se pudo presentar un programa pequeño, pero muy significativo que hizo pensar en la trascendencia de estas expresiones en la sociedad.

Lo que se ha denominado artes escénicas, consiste en diferentes manifestaciones relacionadas con el teatro, la danza, el mimo y otros esfuerzos creativos que suelen presentarse a una audiencia presente o virtual (gracias a la tecnología) y que constituye una de las más vetustas formas de utilizar la música, vestuarios, disfraces y el maquillaje para impresionar a la gente que acude y se maravilla con el programa ofrecido.

Muchas ciudades o pueblos tienen una tradición de recoger festivales con diferentes formas de representación. Basados en diversas fuentes, utilizan la coreografía y otros mecanismos para lograr los efectos que se han propuesto sus autores. Así alcanzan a exponer dramas, recuentos históricos, comedias y varios tipos de argumentos que se desarrollan según códigos cuya finalidad es asombrar, impresionar, ilustrar y, sobre todo, contar.

Una agrupación española inauguró el FAE-2022 con Bendita gloria, un drama sobre una mujer que vive en una casa y se debate entre el recuerdo de su pasado y las asechanzas del presente, por ello despliega un temperamento fuerte y excesivamente racional. Ella debe superar un conjunto de peripecias que le han armado sus propios parientes para cambiar su forma de ser y su conciencia sobre el lugar que le corresponde habitar y sus lazos con los demás.

Es una propuesta que, pese a su dura atmósfera, logra combinar diferentes tipos de relaciones humanas y sensaciones y superpone lo sombrío con tintes de humor negro para concretar una visión de la soledad en medio de los sentimientos familiares.

Un dúo francés de bailarinas hace una danza, Anna, cuyo argumento es representar a cinco mujeres alemanas en su contexto personal y disposición ideológica. El reto de este espectáculo es lograr dar vida a lo que significó la acción de cada una y con alusiones en el movimiento, en algunos casos y, en otros, hasta la voz, se logra una dimensión entrañable de los personajes seleccionados en sus miedos, misterios, sacrificios, destrucción y oscuridad.

El grupo Lagartijas, de México, hizo con Tijuana, un recorrido de la diversa y compleja geografía del territorio para dar una imagen múltiple, retrato, cuyo sentido es un enfrentamiento Gobierno-sociedad civil que aborda lo político como argumento.

Estados Unidos también estuvo presente con la danza, la obra Drift (A la deriva), que explora la mente humana, a través de inspirarse en la inestabilidad para ahondar en una búsqueda de respuestas a determinados comportamientos. Su consecuencia son ciertas conductas tanto en los vínculos individuales como en los de la persona con la sociedad.

La delegación de Portugal trajo una versión de la tragedia griega Elektra. El giro lleno de desdoblamientos con ironía aborda la carga conflictiva de esta historia alrededor de héroes de las guerras entre aqueos y troyanos. El enfoque aquí es sobre las familias que se quedaron en las tierras y las dificultades que marcaron su vida, el destino personal y familiar y que transformó sus respectivas visiones de la realidad.

Paralelamente, Panamá exhibió un panorama de títulos clásicos y modernos tanto en el teatro como en la danza y completó una selección que demuestra la necesidad de mantener estas experiencias no solo en un festival, sino a lo largo del año mediante otras representaciones nacionales y extranjeras.

El Festival de Artes Escénicas 2022 ha sido una sólida y satisfactoria vuelta al proscenio y debe constituirse en un orgulloso patrimonio nacional. Ojalá el país pueda respaldarlo.

Periodista
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