• 26/05/2019 02:00

‘El buen Gobierno' y su estrategia de comunicación

Las últimas elecciones nos han dado algunas muestras de esta realidad

El escenario actual en el campo de las comunicaciones nos enfrenta a nuevos desafíos, que un buen líder deberá tomar en cuenta para consolidar su gestión, y conectarse de manera efectiva ante la máxima organización de un país: el pueblo.

Winston Churchill solía decir una frase que siempre recuerdo, ‘Un político se convierte en estadista, cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones', y sin temor a equivocarnos, creo que el pueblo panameño anhela un cambio en los estilos de liderazgo político. Las últimas elecciones nos han dado algunas muestras de esta realidad.

Un gran liderazgo se verá reforzado con estrategias de acercamiento y relacionamiento con sus gobernados y las mismas encuentran respuesta en el ámbito de la comunicación. No cabe duda de que el ‘Buen Gobierno' de Nito Cortizo utilizó diversas estrategias para conquistar el poder y diferenciarse de sus oponentes más cercanos, logrando convencer a la población de elegir su opción electoral, como la mejor. ¿Pero qué significado tiene este compromiso?

Significa que la marca ‘Nito', como así le llamaremos, deberá fortalecer su eslogan ‘El buen Gobierno', con un propósito de marca, su razón de ser más allá de los valores, que se traduzca en multisegmentos con nombres propios, los cuales responderán a solucionar diversas áreas de desarrollo que necesite el país. Por otro lado, emplear estrategias que lo diferencien de sus competidores más cercanos, entre ellos el CD. Este propósito de marca, vinculado al lema, es importante que se visibilice en sus cinco años de Gobierno, y que no desaparezca antes del primer año, como ha sucedido en períodos anteriores.

La marca Nito, tendrá que trabajar fuertemente en intangibles, como la reputación del país, transparencia, gestión de servicios, redes sociales y un trabajo comprometido que fortalezca los intangibles, a través de la acción y obras. Para ello es necesario un equipo de especialistas con competencias, entre ellos, los relacionistas públicos que gestionen la comunicación organizacional interna y externa, para fortalecer la imagen de Gobierno.

Entre otros consejos, tomar muy en cuenta la comunicación ‘antifrágil', que no solo resista los cambios constantes, sino también evolucione como una estrategia de intercambio de mensajes para enfrentar la volatilidad, crisis y fracasos, aprovechándose de estos para salir más fortalecida. En buen español, sería aprovechar los beneficios del desorden y el caos.

Es de suma importancia que utilice la comunicación 360, pero que no se sobreexponga en los medios de comunicación y guarde algunos silencios estratégicos, al mejor estilo de la primera etapa de Sebastián Piñera, quien salió de su primer mandato con un buen índice de popularidad, algo poco usual en nuestro país.

Finalmente, sugerimos que en su posicionamiento político 2.0 utilice estrategias basadas en investigación de mercadeo político y encuestas serias, de igual manera precisar qué comunicar y a quién, emplear la emoción para llegar al corazón de las personas, producto de su pasión por el esfuerzo de gobernar. Ya es hora de que tengamos un presidente que salga con una alta popularidad y nos devuelva un grado de credibilidad que hasta ahora hemos perdido.

VICEPRESIDENTA DE LA CONFIARP Y DOCENTE UNIVERSITARIA.

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