En el centenario del Movimiento Estudiantil Panameño

En las fechas novembrinas, en donde rememoramos a la patria y la conformación del Estado nacional panameño, es importante este año no dejar en el olvido el primer intento de organización estudiantil estructurado de nuestro país que cumple su centenario de fundación.

Nos referimos a la Asociación de Estudiantes de Panamá, que según las investigaciones realizadas en nuestra tesis de grado, en conjunto con el magíster Edgar Ariel Hermán, fue fundada el 4 de Noviembre de 1922, al calor del activismo juvenil de aquellos años y en una de las décadas más fecundas en cuanto a la formación de importantes organizaciones sociales y nacionalistas del país.

Esta Asociación de Estudiantes de Panamá, constituye el antecedente directo de la más conocida y estudiada Federación de Estudiantes de Panamá de la década de 1940.

En nuestro trabajo de grado, escrito en 1999, logramos con fuentes documentales demostrar la importancia que tuvo esta primera Asociación de Estudiantes entre el período comprendido de 1922 a 1927. Esta Asociación de Estudiantes tuvo importantes antecedentes desde finales de la década del diez, como la existencia de sociedades de estudiantes vinculados a temas literarios como Minerva y Cervantes, a la par que participación en movimientos como el grupo Renovación Social o el intento de fundar por llamamiento de José Dolores Moscote una Sociedad de Estudiantes de Derecho.

Una de las referencias que nos permiten afirmar que la emergencia del movimiento estudiantil panameño estructurado ocurrió el 4 de Noviembre de 1922, es una noticia del Diario de Panamá del 9 de octubre de 1923 que en la página 1 refiere que “se aprobó por unanimidad señalar el día 4 de Noviembre como el día del estudiante panameño, fecha en que se fundó la Asociación. Como en la investigación realizada en los periódicos de la época recién observamos noticias de la Asociación de estudiantes a partir de 1922, inferimos que ese fue el año de fundación y el día 4 de Noviembre era el día del Estudiante panameño, más aún, la calle aledaña al Instituto Nacional que lleva por nombre del Estudiante fue una petición hecha por esta primera organización estudiantil al presidente Belisario Porras, con el cual sostuvieron múltiples encuentros y desencuentros.

La actividad de esta primera organización estudiantil fue ardua, estableciendo nexos sobre todo con los sectores progresistas y las ideas liberales modernizantes del período, pudiendo identificar igualmente sectores más radicales vinculados a ideas de izquierda y sindicatos obreros. Precisamente la diversidad ideológica de la Asociación, su tensa relación con el porrismo y las persecuciones a los movimientos populares desencadenados por el presidente Rodolfo Chiari, luego del Movimiento Inquilinario de 1925, contribuyeron a su eclipse.

En cuanto a su participación en diversos hechos de la vida nacional está su apoyo a la liga de inquilinos y subsistencia en ocasión del Movimiento Inquilinario de 1925, misma que no fue unánime y generó posturas a favor y en contra; y su rechazo contundente al proyecto de Tratado de 1926, conocido como Alfaro-Kellogg, al considerar que profundizaba aspectos lesivos a nuestra soberanía. Uno de sus últimos intentos de reconstrucción fue la tentativa de realizar en nuestro país el Congreso Estudiantil Bolivariano en 1926.

Otro aspecto interesante que pudimos determinar en nuestra investigación es que para 1925 la Asociación de Estudiantes de Panamá contaba con 358 estudiantes federados, que su órgano de información era la revista Juventud (solo pudimos encontrar los números 7 y 8 de diciembre de 1924) y que para 1923, en función de la participación de mujeres en la Asociación, abrieron un concurso con el tema “¿Qué entiende usted por feminismo?”.

En cuanto a su organización interna, pudimos determinar que la Junta Directiva estaba compuesta por un presidente, vicepresidente, secretario, sub-secretario, tesorero y el comité directivo por dos delegados de la Escuela de Agrimensura, Escuela de Derecho y Ciencias Políticas, Curso Superior de Matemáticas, Curso Superior de Castellano, Escuela de Farmacia, Escuela Profesional, Colegio Artes y Oficios, Instituto Nacional y Colegio La Salle.

Entre algunos de los nombres de integrantes de esta primera Asociación de Estudiantes, que pudimos rescatar en la investigación, podemos citar a Alberto Luis Rodríguez, Menalco Solís, Justo P. Espino, Víctor Villalobos, Joaquín F. Franco, Otilia Arosemena, Graciela Rojas, Blanca Carles, Rosa Navas y Lidia Sogandares (reina de la Asociación en 1923). Una importante dirigente feminista de la época, como Clara González, era asidua invitada a conferencias por parte de la Asociación de Estudiantes.

Esta investigación que, como anotábamos, constituyó un trabajo para tesis de grado, estuvo asesorada por la insigne investigadora Yolanda Marco Serra y los inestimables aportes y sugerencias de los profesores Fernando Aparicio, Josefina Zurita y el siempre bien recordado Ornell Urriola.

Sirva este artículo para visibilizar a cien años de su fundación a esta primera Asociación de Estudiantes de Panamá, que, desde nuestra perspectiva interpretativa, fue el antecedente directo de la Federación de Estudiantes de Panamá y la Unión de Estudiantes Universitarios, que tan profundas gestas legaron a nuestra herencia colectiva como nación y Estado, que precisamente este mes rememoramos.