• 20/05/2022 00:00

Colón sigue siendo una isla de riquezas en un mar de pobreza y miseria

Hace casi 10 años, noviembre 2012, Frenadeso y Suntracs publicaron la “Propuesta en función de los más necesitados hacia un desarrollo integral y sostenible de Colón”.

Hace casi 10 años, noviembre 2012, Frenadeso y Suntracs publicaron la “Propuesta en función de los más necesitados hacia un desarrollo integral y sostenible de Colón”. Surgió a raíz de las grandes protestas de octubre de 2012 contra la intención del Gobierno de Ricardo Martinelli de vender los terrenos de la ZLC con un alto saldo de muertos, heridos y detenidos. La provincia prácticamente se insurreccionó.

De ese período acá, en esos casi 10 años, transcurrieron tres gobiernos: Ricardo Martinelli Cambio Democrático (CD) hoy Realizando Metas (RM), Juan Carlos Varela (Panameñista) y el actual de Laurentino Cortizo (PRD). Todos apoyados por partidos bisagras y grupos denominados de sociedad civil y seudo independientes. Ninguno de ellos, fueron capaces de dar respuesta a las grandes necesidades de la población. Al contrario, en ese período los acuciantes problemas de la provincia se agudizaron. Y no es que nada ocurrió, en esos 10 años:

Se inauguró (2012) la autopista Panamá-Colón Alberto Motta, el proyecto en el que, según Odebrecht, se pagaron las más altas coimas de todos los ejecutados por la empresa en América Latina; los puertos ampliaron sus operaciones con un aumento del mayor movimiento de contenedores TEU (17.0%); First Quantum Mineral (Minera Panamá) tuvo producción exportable de concentrado de cobre en 493.3%; se culminó la ampliación del Canal y éste aumentó sus ingresos en 20.2%; las reexportaciones de ZLC crecieron en un 62.4% (segundo trimestre 2021); en medios locales se anunció en febrero de este año que el Gobierno invierte $144 millones en proyectos turísticos de Colón. Con la Ley 7 de 4 de abril de 2016 se buscó crear un “instrumento para atraer la inversión comercial y de infraestructura e impulsar la actividad económica, generar empleos e incentivar la afluencia comercial en la Ciudad de Colón. Se trata del proyecto Colón Puerto Libre, que llevó a impulsar el proyecto de renovación urbana de Colón para expulsar a la población del centro de Colón y entregar esos terrenos a los grandes empresarios y corporaciones. Se construyeron plantas de gas natural en el proyecto de Minera Panamá, AES en isla Telfers y se inicia por esta misma empresa y Generadora Gatún S.A. (que son los mismos) el proyecto valorado en mil millones de dólares de otra planta de gas, luego de adquirir una concesión que debió pertenecer a los colonenses, pero que fue otorgada a NG Power.

Ahora Cortizo afirma que su gobierno ha invertido 877 millones en proyectos en Colón, pero las propias autoridades señalan que el desempleo llega al 12.6% y el de jóvenes de 15 a 24 años supera el 48%. También promete un plan de capacitación de empleo para la provincia y tres mil empleos en el ilegal proyecto de Minera Panamá en Donoso, cuyo contrato se mantiene en el limbo, luego de que fuera declarado inconstitucional por un fallo de la Corte Suprema de Justicia. Esta mina a cielo abierto es utilizada por Cortizo como salvavidas para supuestamente dar respuesta a otros grandes problemas nacionales como la CSS.

Todos estos proyectos de miles de millones de dólares, se justificaron en su momento para generar empleos en la provincia. Pero no ha sido así. Colón sigue siendo una de las provincias con el más alto índice de desempleo.

Según datos de la AIG, al 14 de abril de este año, 106,670 colonenses habían recibido el Vale Digital, es decir el 18% de los 600,001 (casi uno de cinco) distribuidos a nivel nacional a trabajadores con contratos suspendidos, desempleados e informales.

Colón representa solo el 7% de la población de todo el país, sin embargo, es la provincia con mayor PIB per cápita del país, con 17,297.3 dólares; es decir, no debería haber pobres en Colón.

Estas inversiones nunca resolvieron los problemas de Colón, los cuales se agravaron, sino que creció la inseguridad, los homicidios, el trasiego de drogas y todos los problemas sociales que se derivan de las injusticias sociales.

Hoy Colón enfrenta una nueva jornada de lucha por reclamos y necesidades insatisfechas a lo largo de estos diez años y de toda su historia. Esto se une a la lucha del pueblo contra el alza del precio del combustible y sus efectos multiplicadores en la comida, medicamentos, servicios básicos y transporte, además de los bajos salarios.

Hay que estar vigilantes para que no sean las corporaciones y los grupos económicos de siempre los beneficiados y no el pueblo de Colón. Tampoco los partidos tradicionales para dirimir diferencias, atizar confrontaciones internas, chantajear y fomentar aún más el clientelismo político.

Ya las negociaciones emprendidas por Cortizo, donde no están presente los verdaderos actores de las protestas, demuestran como algunos sectores van en pos de satisfacer solo sus mezquinos intereses. Los empresarios por recursos que les permitan ampliar sus negocios y ganancias y los politiqueros y oportunistas por maletinazos y plazas de empleo para usarlos para coimear y continuar con el clientelismo político.

Los sectores populares deben unirse en un solo frente de lucha, levantar su plataforma de lucha, construir su propia alternativa electoral y cambiar el orden injusto, mediante una Asamblea Constituyente originaria con plenos poderes.

Reflexiones presentadas por Suntracs, Conusi, Frenadeso (Ver https://twitter.com/palabrapublica1/status/152694143042975744 2?s=24&t=qjDyOW6dDEOg4pu RL61Kag).

Secretario General de Conusi-Frenadeso
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