Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 23/09/2009 02:00
Cultura de violencia y tradiciones machistas
Hace poco observaba algo atroz en NatGeo. Hay que aclarar que el programa era con referencia al dolor físico que voluntariamente se infligen los seres humanos. Si es por tradiciones y costumbres, si son moralmente aceptables o no, no era el tema. Obviamente, esa disquisición filosófica, no hizo que mi estómago pudiera soportar todo aquello.
Una de las cosas que más me llamó la atención de aquellas escenas del Geographic, fue el ritual de paso de la adolescencia a joven, de cierta tribu del África con respecto al sexo masculino. Se trataba de la tradición de los “ saltadores de vacas ”, para aquellos que iban a ser considerados por los líderes tribales como hombres ya hechos y derechos. La prueba definitiva parecía saltar las vacas en fila unas cuatro veces y ya. Sin embargo, eso no era todo.
Para colmo de la salvajada, el ritual incluye el azote con largas varas no al hombre, sino el maltrato extremo contra las mujeres consanguíneas del candidato a hombre. Para los que hablan de Convención Belem Do Pará y otros temas de género, o la ablación como lo único a abolir en este mundo cruel ¡había que ver semejante espantosidad! Las mujeres familiares del saltador de vacas se ofrecen “ voluntariamente a ser azotadas por amor ” a su pariente y demostrar la unidad de su clan familiar.
El rito lo inician las mujeres adolescentes y jóvenes, bebiendo un vino de raíces, ya estando en “ something ”, ellas buscan a los azotadores para ser golpeadas salvajemente en la espalda. Flecos de carne y sangre emanan por las profundas heridas, por doquier pulula la alegría de los machos de la tribu ante tal “ espectáculo ”. El narrador relata que cada enorme cicatriz simboliza la entrega y devoción por su familiar de parte de las mujeres.
Uno no le encuentra sentido a estas tradiciones machistas. Esperaba que la parte fácil fuera para la mujer y para el hombre lo difícil, pero no es así en este mundo al revés. En Eslovaquia, viejas tierras del Este europeo, existe una tradición de Semana Santa que consiste en que las chicas tienen que someterse a ser azotadas en las nalgas por los jóvenes con varitas de sauce con un lazo de regalo en la punta. Al parecer la tradición de lunes de Pascua de los eslavos, es algo tan normal y en su criterio un poco “ inofensiva ”, tal que no parece traerles preocupación alguna.
No importa si estás en el continente africano, México, Eslovaquia o Panamá, observé que no tiene nada que ver con incivilización o incultura, antes es bien se trata de toda una cultura de violencia contra la mujer, el germen machista se ha incubado por siglos y permanece latente o muy activo, seguimos inspirando y practicando la misma absurda tendencia machista en plena era de “ democracia participativa ”.
Hombres, que se escuche alto: NO al maltrato de la mujer en ninguna de sus formas.
*Escritor y analista político.recursossinlimites@gmail.com