• 01/12/2023 00:00

Los datos de pobreza en Panamá: un periódico de ayer

El rezagado informe de pobreza monetaria del 2021, con datos desconocidos del 2019, reveló que experimentamos la peor crisis de la historia reciente

Hace un par de semanas el MEF dio a conocer el informe de pobreza monetaria del 2021. La publicación pasó tan desapercibida como el hecho de que no conocíamos cifras de este fenómeno desde el 2019, aún cuando experimentamos la peor crisis económica de la historia reciente. Dado el evidente rezago, estas cifras deben leerse como un periódico de ayer, parafraseando a Hector Lavoe, aunque en este caso, contrario a su famoso coro, sí debemos tener presente lo que ha sucedido.

¿Qué nos dicen los datos?

La pobreza general, que mide el porcentaje de personas con un ingreso per cápita mensual inferior a una línea de pobreza promedio de $126 -$144 en áreas urbanas y $70.49 en rurales-, afectó al 21.8% de la población, cifra equivalente a 971,135 personas. Dos de cada diez habitantes del país no perciben un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades más elementales. Al contrastar la cifra con el dato de 2019, se observa un incremento de 54,066 personas en esta condición.

La pobreza extrema, que mide el porcentaje de la población cuyo ingreso per cápita es inferior al costo de una canasta mínima de alimentos, se redujo levemente del 10% en 2019 al 9.5% en 2021. Esto indica que 422,532 habitantes no perciben un ingreso que les permita cubrir sus necesidades calóricas elementales, lo cual los conduce a una situación de indigencia.

Aunque la brecha entre áreas urbanas y rurales persiste, es positivo observar que, tanto la pobreza general como la extrema, se redujeron en el área rural. La pobreza general pasó del 42.7% al 40.5%, mientras que la pobreza extrema se contrajo de 25.2% a 24.1%. Por el contrario, la pobreza general en el área urbana aumentó de 12% a 13.8% en el 2021. Entretanto, la pobreza extrema permaneció estancada en 3.2%. El incremento observado puede relacionarse con la mayor exposición a la pérdida de ingresos laborales que experimentaron los trabajadores de las áreas urbanas.

A nivel territorial, salvo en Panamá y Panamá Oeste, la pobreza general se redujo entre 0.1 y tres puntos. Este fenómeno continúa afectando principalmente a las comarcas indígenas, cuyos niveles de pobreza oscilan entre el 64% y 80%. A nivel provincial, Bocas del Toro (41.8%), Darién (41.2%) y Veraguas (31.7%) presentan la mayor incidencia de pobreza, algo que se relaciona con sus características rurales.

El papel de las transferencias monetarias

En el informe se menciona el efecto que tuvieron el plan Panamá Solidario y las otras transferencias sobre la pobreza. Aunque esta forma de medir el impacto puede estar sesgada desde el punto de vista econométrico, ofrece una aproximación de carácter ilustrativo. Según el MEF, sin el plan Panamá Solidario, la pobreza general aumentaría en 5.6 puntos porcentuales, alcanzando una incidencia del 27.4%. Si se toman en cuenta todos los programas de transferencias monetarias, esta cifra alcanzaría el 31.7%, lo que equivaldría a 437,888 personas más en condición de pobreza.

Aunque evidentemente los subsidios están cumpliendo una de sus funciones -atender a la población vulnerable-, es necesario desarrollar evaluaciones de impacto que ofrezcan un mayor dimensionamiento de su efecto, en donde se establezca, por ejemplo, si la focalización y flujo de recursos es la adecuada.

Una preocupación

Además de la cuantía y persistencia del fenómeno, gira en torno a las grandes diferencias en materia de pobreza de países con un ingreso per cápita similar al panameño, como Chile y Uruguay, cuyos niveles -con las diferencias metodológicas correspondientes-, se encuentran rozando un solo dígito.

También es imperante señalar los vacíos del informe en el abordaje desde un enfoque de género y la ausencia de anexos estadísticos, así como resaltar la oportunidad para que las estimaciones de pobreza sean realizadas por el Instituto de Estadística y Censo, tal como en otros países de la región, lo cual puede garantizar un mayor grado de autonomía y periodicidad al respecto.

*El autor es Economista
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