Derecho a réplica

Al escrito del Sr. Rafel Carles en La Estrella de Panamá del 18 de febrero de 2024, titulado: “Antecedentes de fraudes electorales en Panamá”.

Referente al título sobre las elecciones presidenciales, me imagino que señor Carles no tiene la mala intención de desprestigiar la figura de mi bisabuelo Domingo Díaz Arosemena, quien legítimamente ganó las elecciones en 1948, sino que lo hace por desconocimiento. Cuando se repite tantas veces una mentira, con el tiempo llega a tener el aspecto de verdad, pero sigue siendo una mentira.

En 1948, don Domingo Díaz Arosemena asume como presidente electo de la República quedando en el cargo por espacio de casi un año, hasta su muerte el 23 de agosto de 1949 y asume la Presidencia, el señor Daniel Chanis como primer vicepresidente, primero por licencia del titular, y luego por vacante absoluta por el deceso. Chanis trató de destituir a Remón Cantera (comandante de la Guardia Nacional) pero como pasó en el episodio Delvalle versus Noriega, fue Chanis quien terminó saliendo de la Presidencia. La Corte Suprema de Justicia emite un fallo señalando que “si ello era así, ...” Le correspondía al segundo vicepresidente, Rodolfo Chiari, ocupar el cargo. A don Nino Chiari no le gustaba la situación jurídica con que permanecería en el cargo, y en un acto de civismo, reconocido y elogiado por muchos panameños, renunció.

Lo anterior creo un interregno o vacío de gobierno, que para que se evitara el mismo, así como la realización de nuevas elecciones, y que sumado al hecho que indudablemente también Arnulfo Arias era un caudillo; fue mi abuelo Temístocles Díaz, entre otras personas las que fueron donde Arnulfo Arias a decirle que tomara la presidencia, pero esta presidencia sería un gobierno “de facto”, todo con la finalidad de evitar mayores convulsiones dentro del país.

Expresado lo anterior, lamentablemente no se cumplió la palabra y lo que se divulgó en el Panamá América (recién adquirido por la familia Arias) era que se había hecho un recuento de los votos y de las actas de hace un año, y que el verdadero ganador era el Dr. Arias. Fácil de desmentir es esta falacia, los votos, tal como sucede hoy en día, se queman después de las elecciones, y a diferencia de hoy en día, las actas seguían suerte parecida, porque no existía el Tribunal Electoral (creado en 1956, es decir, 8 años después de las elecciones de 1948) entonces, ¿Qué es lo que supuestamente fue revisado o recontado? Le queda de tarea al Sr. Carles.

Dicho esto, el hecho cierto es que Domingo Díaz fue declarado ganador de las elecciones por la Junta Nacional de Escrutinio. Espero que no se insista en lo contrario, porque orgullosos de nuestra familia, tendremos que tomar las acciones legales pertinentes, para que se haga respetar el nombre de mi bisabuelo. Le recuerdo que don Domingo Díaz, fue designado alcalde de Panamá (1910-12) presidente de la Asamblea Legislativa en 1932, primer designado 1932-1936, encargándose de la presidencia en 1933 por un periodo de siete semanas aproximadamente, y como en 1948, cargos ganados en elecciones populares.