• 07/09/2008 02:00

Un pueblo digno

Una página más de dignidad y valentía del pueblo panameño se escribió este 4 de septiembre, ante la exitosa huelga nacional de advertenc...

Una página más de dignidad y valentía del pueblo panameño se escribió este 4 de septiembre, ante la exitosa huelga nacional de advertencia que convocó la Coordinadora de Lucha por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo, para, una vez más, llamar la atención del gobierno de Martín Torrijos para que escuche la voluntad del pueblo y se siente a negociar con sus verdaderos interlocutores, para a la brevedad buscar soluciones a las demandas populares.

En todo el país se hizo sentir la huelga. Obreros, estudiantes, grupos comunales, campesinos, indígenas, ambientalistas, educadores, médicos, afectados por el envenenamiento con dietilenglicol, bases transportistas, trabajadores de la CSS, entre otros sectores se acogieron a la huelga.

Desde diversos puntos de la ciudad de Panamá se movilizaron las organizaciones hasta la Asamblea Nacional de Diputados, donde se entregó el documento de las 15 demandas y se llamó a los diputados a suspender los proyectos de leyes de privatización de la salud, del agua, la educación, transmóvil y los proyectos depredadores del ambiente. Igualmente para que se aprueben de manera urgente las leyes necesarias para decretar un aumento general de salarios y de pensiones para los jubilados, se paguen las partidas del XIII mes que se adeudan a los funcionarios públicos y para que se decrete de inmediato la rebaja y congelamiento de los precios de la canasta básica familiar y la tarifa eléctrica. Que se deroguen los decretos leyes sobre Seguridad, que buscan criminalizar la protesta social y vulnerar las libertades democráticas.

Tal como lo indicamos, esta era una huelga del pueblo, y así lo hizo saber. Las amas de casas decidieron expresar así su repudio ante el alto costo de la vida, la población decidió quedarse en casa; los padres de familia no enviaron a sus hijos a escuelas y colegios, manifestaban de esta manera su descontento por la fibra de vidrio y el repudio al negociado de altos funcionarios de gobierno con las escuelas ranchos y los fondos del FECE; el respaldo se hizo sentir en el paso de las movilizaciones por las diversas arterias del país con el sonar de pitos y pailas, y el ondear en los balcones de las banderas del SUNTRACS.

No valieron las amenazas del segundo vicepresidente, Rubén Arosemena, y del ministro de Gobierno y Justicia, Daniel Delgado Diamante; no sirvieron los bonos, los arroces “Compita”, los falaces aumentos salariales a funcionarios públicos, las medidas electoreras del sector gubernamental; tampoco tuvo efecto la información mediática; no se acogió el llamado del CUM, FENASEP, CONATO y CANATRA; no sirvió que se abrieran los corredores norte y sur.

Es decir, se demostró que los métodos represivos y la manipulación no funcionan cuando un pueblo decide levantarse en su dignidad y luchar por sus derechos.

Seguiremos en esta lucha hasta que se dé respuesta real a las demandas del pueblo; seguiremos con acciones que incluyen la huelga nacional indefinida. Nos asiste la razón, nos asiste la legítima defensa del derecho a la vida.

Este es un pueblo que seguirá demostrando que es valiente, que es digno heredero de Victoriano Lorenzo, quien nos enseñó que ¡La pelea es peleando!

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