• 15/11/2022 00:00

La economía naranja y el Programa 'Crea en Panamá 2030'

“La industria creativa fue una de las primeras actividades en ser duramente golpeadas por el COVID-19; fue la primera en cerrar sus puertas y todavía su recuperación ha sido muy lenta”

El término “economía naranja” fue acuñado, en 2001, por John Howkins, en su obra “La economía creativa: cómo las personas hacen dinero de las ideas”. Se basa en la relación entre cultura, creatividad y economía. Permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios de valor por su contenido de propiedad intelectual.

El color, se asocia con cultura, creatividad e identidad. La ciencia, la tecnología, el arte y la creatividad se unen para crear bienes y servicios originales. De esta forma, el arte, el diseño, los videojuegos, las películas y la artesanía incorporan un alto valor agregado e intangible muy superior a su valor de uso.

El componente creativo e innovador facilita que incorporen factores como la inclusión social o la sostenibilidad con la creación de empleo, reducción de la brecha social, produce bienes y permite la diferenciación y competitividad en el mercado creativo y cultural.

“Crea en Panamá 2030” es un programa del recién creado Ministerio de Cultura, según el cual se busca proteger y promover los emprendimientos, empresas y ecosistemas culturales y creativos del país. Es un sistema de gobernanza de políticas públicas, marcos normativos y legales, alianzas estratégicas y oportunidades de financiación, para ampliar oportunidades de la ciudadanía para que puedan vivir dignamente de su patrimonio natural, cultural, material e inmaterial y de la creatividad.

Panamá ratificó la Convención para la protección y promoción de la diversidad de expresiones culturales de la Unesco, que apoya este programa en alianza con la Unión Europea, a través de una asesoría técnica para su formulación e implementación, en el marco del Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, de las Naciones Unidas (2021).

La industria creativa fue una de las primeras actividades en ser duramente golpeadas por el COVID-19; fue la primera en cerrar sus puertas y todavía su recuperación ha sido muy lenta. La pandemia demostró la vulnerabilidad de este sector, quienes trabajan en la informalidad. No se puede hacer cultura y economía sostenible naranja, menos una industria creativa, no están formalizados y agrupados.

Según la base de datos de MiCultura, se tiene registro de más de 7500 de artistas y emprendedores. Solo el 41 % de esos 7500 cree estar formalizados. La formalización de la industria creativa no es solo para acceder a los beneficios de toda actividad económica regulada, sino que desde el sector público se diseñen las políticas públicas que estos sectores necesitan.

La primera fase del programa “Crea Panamá 2030” permitió poner en marcha la Estrategia para posicionar la economía creativa como un pilar del desarrollo económico y cultural del país en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La segunda fase del proyecto busca consolidar este proceso mediante la creación de capacidades, fortalecer el enfoque de género y la articulación con el Plan Nacional de Cultura.

La economía naranja se abre espacios.

Universidad de Panamá.
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