• 05/03/2021 00:00

Educación para alcanzar la libertad

“[…] solo podremos conseguir un retorno presencial a las aulas de manera segura y gradual, si redoblamos el cumplimiento de las medidas de salud pública individuales e institucionales que ya conocemos”

Luego de un año de estar cumpliendo con diversas medidas de salud pública para controlar la epidemia de COVID-19, y que los panameños comenzamos a recibir la esperada vacuna contra el virus; los niños panameños comenzaron esta semana su año escolar 2021. Es una muy buena noticia, pues urge la recuperación y fortalecimiento de los procesos educativos para nuestra niñez, que ha sufrido en este año un gran daño académico, además de la lesión en su desarrollo necesario para alcanzar la libertad plena, productiva y feliz.

Aunque inicialmente será virtual, la meta debe ser, y así lo ha dicho el presidente, que el período lectivo termine con estudiantes y docentes en las aulas. Pero ¡cuidado!, el logro de esta meta no será automático. Debe ser, como señala la OPS, “un proceso planificado y basado en una evaluación de riesgo”. Dependerá entonces de la situación de la epidemia de COVID-19 a nivel local; de la capacidad de las escuelas para adaptar sus sistemas para funcionar de manera segura y; de los efectos del cierre de escuelas en términos de pérdidas educativas, equidad, salud general y bienestar de los niños. En ese sentido, es importante subrayar que, solo podremos conseguir un retorno presencial a las aulas de manera segura y gradual, si redoblamos el cumplimiento de las medidas de salud pública individuales e institucionales que ya conocemos.

En ese contexto, el objetivo de ahora es garantizar que el aprendizaje virtual sea efectivo en esta etapa. Para ello será necesario, como manifiesta recientemente Unicef en su Carta Abierta, “cerrar la brecha digital para ayudar a brindar una educación de calidad para todos”. Lo cual no será nada fácil, pues, también de acuerdo con Unicef, en el momento del cierre de las escuelas, “casi un 30 % de los niños en edad escolar del mundo no contaban con acceso a la educación a distancia. De hecho, solamente poco más de la mitad de los hogares de la mayoría de los países del mundo disponen de acceso a internet”.

Panamá no escapa a esta realidad, pues, de acuerdo con el último IPM, antes de la pandemia, el 16.1 % de los niños pobres multidimensionales carecía de educación y formación temprana. De ellos, el 5.9 % estaba privado de acceso a Internet, lo cual les impedirá el aprovechamiento de tecnologías y su accesibilidad universal y hará, por ende, imposible, para estos niños, mejorar su condición de bienestar, porque no se podrán conectar con las oportunidades que ofrecerá el nuevo año lectivo virtual, para alcanzar todo su potencial. Hoy esa cifra debe haber aumentado de forma considerable, por lo que, es un imperativo cerrar la brecha digital y avanzar con prontitud a la versión presencial de la educación.

Para ayudar a cerrar la brecha digital, Unicef propone la campaña Reimaginar la Educación. De acuerdo con el Fondo para la Infancia, la campaña está “transformando el aprendizaje y el desarrollo de habilidades, con el fin de ofrecer una educación de calidad para cada niño a través del aprendizaje digital, la conexión a internet, los dispositivos, la asequibilidad de los datos y la participación de los jóvenes”. El objetivo, es llegar a 500 millones de niños y jóvenes antes del final de 2021, y esperan que a 3500 millones antes de 2030. “Junto con numerosos aliados del sector privado y los Gobiernos, esta tarea requerirá medidas como distribuir libros de texto a ubicaciones remotas, promover la retransmisión de programas educativos de radio y ofrecer educación a los niños allá donde vivan, incluso a través de mensajes de texto, grupos de WhatsApp y podcasts.

En ese sentido, la representación de Unicef en nuestro país ofrece asistencia técnica, abogando, construyendo alianzas estratégicas, e implementando proyectos emblemáticos que contribuyan a garantizar de forma plena los derechos de los niños. También tenemos un sector empresarial próspero, de hecho, la persona más rica de Centroamérica es un panameño. Estoy seguro de que nuestro Gobierno, para cerrar la brecha digital, sabrá aprovechar la oferta de cooperación de la ONU y la solidaridad de las personas más ricas del país.

Pero, ya sea ahora, en el ámbito virtual, o en el futuro cercano, cuando recuperemos los espacios escolares tradicionales, la imagen objetivo debe ser fortalecer nuestro sistema educativo como requisito indispensable para desarrollar la Educación que nos permita alcanzar la libertad plena, medida en términos de nuestra capacidad para disminuir las desigualdades, erradicar las injusticias y las barreras que nos impiden llevar una vida digna; pues el hombre y la mujer educados integralmente, libres de la ignorancia, tienen la capacidad para hacerle frente de forma inteligente a los retos que les presenta la cotidianidad de la vida.

Para finalizar, subrayo que, la educación constituye la mejor vacuna contra la desigualdad, y las injusticias. No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño. Si este derecho no está garantizado de forma efectiva, jamás seremos libres para alcanzar la estabilidad y el progreso en nuestro país.

Médico, exrepresentante de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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