Los hermanos Pérez visitan ‘La Estrella de Panamá’ para presentar su más reciente canción. Además cuentan anécdotas de su infancia y hablan sobre el regreso...
- 24/04/2012 02:00
Darién, Panamá de la época departamental
En el tiempo transcurrido de 1821 a 1903, ya Panamá, que ingenua y apresuradamente cediera su independencia de España, para integrarse a un ideal bolivariano sin fortuna y de escasa duración, existía como nación; pero dentro de un territorio ístmico invisible para el Estado dominante, haya sido éste, Nueva Granada o Colombia.
Los intentos de los panameños por recuperar esa perdida potestad de libertad, no fructificaron.
Solo una inteligencia, con profundo amor a patria escarnecida, logra a mediados de ese siglo XIX, sustraerla un algo de tan aciaga dependencia y ubicarla como un Estado Federal, aunque temporalmente.
Razones muy parecidas a las esgrimidas por el gran jurista Justo Arosemena para tal logro, subsisten actualmente trasladadas a la población y territorio de Darién, desde que la administración republicana de este país le reconociera como tal en 1922.
Conveniente sería entonces, extender esta reviviscencia a la conformación de una provincia federal, que orientada por sus propias autoridades y respondiendo a sus propios intereses, se enfocara al desarrollo de sus potencialidades naturales y humanas, mientras le queden.
Y es que Darién, creada como la mayor extensión territorial al designársele como provincia (aunque su existencia es recogida por la historia desde la fundación del primer municipio español en tierra firme y punto de partida para que uno de sus aventureros lograra ver primero, para ellos, al que llamarían el Mar del Sur, a principios del siglo XVI) viene sufriendo desmedro en su aspecto geográfico, al que se le han cercenado alrededor de 5000 km para incorporárselos complacientemente a la provincia de Panamá; sustrayéndosele además para sus nativos, la posibilidad de uso de otras tantas áreas, tomadas mansamente con la misma facilidad por la organización no gubernamental Ancón y otra buena parte le ha sido comarcalizada.
Esto es en lo físico, porque en lo que se refiere al aspecto humano, pareciera que existe una intencionalidad por conservar a los pobladores y a sus poblados, igual que como los encontrara Rodrigo de Bastidas en 1501. La prueba de ello se deja ver en las acciones dadivosas de quienes pretenden salvar sus almas dándoles pescados a los nativos, pero sin enseñarles siquiera, a pescar; dotándolos de dignidad.
Las tenemos también en la presencia de propios y extraños que, muy generosamente se dedican al turismo con notoria connotación curiosa sexual, puesto que dichas visitas las dirigen a las comunidades en donde puedan ver a los originarios semidesnudos, ataviados solo con sus taparrabos, que, en algunas ocasiones durante sus danzas, suelen soltarse para regocijo de las videntes y a las originarias con los senos o pechos descubiertos, con el mismo entusiasmo con que viera lujuriosamente Balboa a Anayansi.
En otro sentido, considerándose todavía, y pese a todo lo sustraído, la mayor extensión territorial, se hace obligante, frente a los explotadores de sus riquezas, desde la mina de oro de Cana, sus finas maderas, sus fértiles terrenos, sus mares y sus productos y toda su naturaleza, que haya un mínimo de atención para el inicio de un desarrollo propio de la época civilizada, de la que disfruta el resto de la Humanidad.
Se hace, entonces, de justicia obligada que se participe a esta región de los beneficios derivados de fuentes económicas nacionales, como las que emanan del Canal; que se le dote de conocimientos y equipos tecnológicos que faciliten su incorporación a la producción alimentaria del país, sin detrimento del medio ambiente; que se le construyan calles internas y carreteras y caminos de penetración.
Que se le dé apoyo a organizaciones locales, como la fundación la Leona Golpeada, que en su accionar ha construido un transporte marítimo para facilitar el movimiento de mercadeo de los habitantes de la costa. Porque Darién requiere más.
Darién requiere: una administración autónoma, que revolucione simultáneamente lo concerniente a la educación formal e informal, aplicando métodos pedagógicos y andragógicos del aprender a hacer haciendo; requiere instrumentos y tecnologías apropiadas para desarrollar la mayor producción sostenible en todos los órdenes, armonizando su riqueza natural y respetando su ecología; requiere medios de comunicación terrestres y marítimos, facilidades de mercadeo y atención a la dignidad de sus pobladores, entre tantas necesidades.
PROFESOR Y PERIODISTA.