Uno que es el grupo de Bohuslan Big Band fue en el Centro de Convenciones de Ciudad del Saber
En la plaza toca:
Porque Puma Zumix Grupo juvenil que interpreta...
La construcción de modernos edificios escolares en el país, sobre todo en la ciudad capital, es una necesidad urgente; es una deuda vieja que recae sobre los gobiernos de los últimos cuarenta años. La situación crítica es más grave en la ciudad de Panamá y sus alrededores.
Más que pena, ¡causa tristeza! ver en largas filas a cientos de madres de las clases populares madrugar, y hasta dormir en los corredores de las vetustas y pocas escuelas existentes en la capital, para suplicar un cupo escolar para sus hijos. Es una tragedia que se repite año tras año, sin solución alguna de parte de las autoridades responsables de proveer educación en las mejores condiciones físicas, psicológicas y docentes a la siempre creciente población escolar panameña.
Se han destinado partidas millonarias para la construcción de estadios y equipos deportivos en los últimos años, no así para la construcción de modernas escuelas, provistas de suficiente espacio para juegos, deportes y sana recreación. Todo esto sucede por falta de planificación en el Ministerio de Educación.
¡No se planifica con sentido científico y social! Se improvisa una y muchas veces, según lo conciba, estime o disponga el ministro de Educación de turno. ¿Y qué hacer ante tanta carencia en cuanto a planificación, organización y ejecución de planes de una verdadera política educativa de Estado?
Con relación a este tema concreto de la falta de edificios escolares en la capital y otras ciudades de la República, quiera Dios que algún gobernante ilustrado se encargue de asumir la tarea patriótica y de una vez por todas resuelva este viejo problema.
La solución es sencilla: ¡planificación! La planificación, sabemos, es una actividad interdisciplinaria y por ello no se puede prescindir de los educadores en los planes de construcciones escolares.
Esto permite hablar con seriedad de normas sobre cantidad de alumnos por aula, la extensión de los patios según la población de la escuela, fijar la ubicación y el tamaño de los servicios deportivos, higiénicos y artísticos, así como de laboratorios y bibliotecas. Problemas de acústica, de iluminación, de ventilación, de disciplina, de estética se conjugan y de acuerdo con todas ellas se llega a fórmulas plausibles.
¡Increíble, pero cierto! Los mejores edificios escolares de hoy operan todavía en la solución tradicional del gran patio único (palacios escolares antiguos como el Instituto Nacional, la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, el Colegio Abel Bravo). ¿Por qué un solo patio para millares de escolares? ¿Por qué un solo patio para niños de seis y siete años de edad, para adolescentes de quince y para jóvenes de veinte años?
Concluimos, entonces, repitiendo que la planificación de cada edificio escolar requiere de un asesoramiento interdisciplinario. La planificación obliga a buscar en cada caso concreto un número variable de consejeros pedagógicos, diferentes según la región, según la índole del plantel que va a construirse, según el terreno y el clima señalados. Saber escoger a los mejores asesores posibles para cada sección de un edificio constituye una de las necesidades más apremiantes en la planificación de los edificios escolares.
-El autor es pedagogo y especialista en planificación.socratessiete@gmail.com