• 01/04/2009 02:00

Un negocio sucio, para gente ‘fina’

Poco o casi nada se sabe sobre Panamá en países como Brasil. Aquí hay gente que realmente se sorprende al oír este nombre. Muchos no tie...

Poco o casi nada se sabe sobre Panamá en países como Brasil. Aquí hay gente que realmente se sorprende al oír este nombre. Muchos no tienen ni idea de dónde está localizada o de que existe un Canal de Panamá, considerado una maravilla de la ingeniería mundial. Sin embargo, ayer a través de la emisora SBT , propiedad del empresario Silvio Santos, los brasileños pudieron conocer la peor cara de nuestro país.

Reporteros brasileños viajaron a Panamá, en donde pudieron obtener información con ayuda de una cámara oculta, sobre una red de prostitución de menores que se mueve en Panamá desde hace muchos años. Son decenas de niñas entre 13, 14 y 15 años que se prostituyen en pleno centro de la ciudad capital.

Hay mucho dinero en está actividad ilícita, en la que están supuestamente vinculadas altas personalidades del gobierno. El reportaje menciona que funcionarios de alto nivel, políticos y empresarios panameños, pagan entre 50 y 70 dólares por tener sexo con niñas, muchas de colegios privados y que, inducidas por unos cuantos dólares, han entrado en ese negocio. Lo peor es que con la participación y aprobación de sus propios padres, e incluso se habló de profesoras de los colegios donde estas menores estudian, las cuales se encargan de seleccionarlas.

Las autoridades panameñas abordadas no mencionaron ningún tipo de medidas tendientes a disminuir esta actividad que atenta contra la dignidad de nuestras menores, ni mucho menos hablaron de posibles sanciones. Justificaron este problema como un drama social, porque la falta de empleo en el país las lleva a buscar esta manera impropia de sustento.

Según los reporteros de SBT , que tuvieron que salir de Panamá bajo amenaza de muerte, las menores se dedican a esto porque quieren comprarse ropa y otros artículos suntuosos. Muchas son vendidas y sacadas fuera del país mediante el pago de 3 mil dólares. De esta forma padres de familia, educadores y autoridades se hacen cómplices de un negocio sucio en el que está envuelta mucha gente “fina”.

-La autora es periodista.bertildaherrera@yahoo.com

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