Las acciones de la Contraloría se dan tras más de un mes de huelga en el sector docente que arrancó formalmente el pasado 23 de abril
- 30/01/2011 01:00
El fracaso escolar y el maestro
El fracaso escolar tiene profundas raíces y diversas causas que van desde lo social, lo familiar, hasta lo económico. Todo individuo es una unidad psico-física con sus propias particularidades, de allí que frente al fracaso, lo importante sería indagar sobre el sistema y la manera como se lleva el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto incluye -en puridad- las formas metodológicas y de conocimiento del docente, que dicho sea de paso, mucho tiene que ver con los resultados finales del proceso. Sostuve, el 1 de diciembre en Colón, con motivo del día del maestro, y como orador de fondo, que ‘nadie puede dar lo que no tiene ni enseñar lo que no sabe’. Hoy padecemos de una pobre actuación del enseñador, no únicamente en el terreno educativo, sino también social. El retraso es manifiesto, lo que incide tremendamente en el comportamiento del proceso educativo y en sus logros. Y, si unimos a lo anterior, una deficiente supervisión escolar que debe obligadamente monitorear por periodos el estado de situación del proceso, y desde luego lo que se está enseñando, es claro que lo que se presenta es una regresión manifiesta. Bueno sería que el MEDUCA, hiciera público las evaluaciones que se realizan al docente al terminar el año. Se escandalizaría el país, al saber que es ínfimo el fracaso del educador en contraposición a las numerosas evaluaciones excelentes del mismo. Entonces, ¿Cómo explicar que el docente sea excelente y el estudiante fracasado? Raúl Aponte, profesor de Educación en la Universidad de Panamá, nos decía que el ‘estudiante fracasa cuando no puede hacer algo’. Y ese algo que debe hacer -agregamos- se lo pone a hacer el maestro. De manera que, acéptese o no, en el fracaso del estudiante también va el fracaso del educador. Ahora bien, frente a la deficiencia escolar del estudiante no debe haber gozo, sino preocupación, pues es evidente que el sistema está duramente lastimado. El fracaso como el éxito, son partes de la vida, y de ellos se deben obtener lecciones. Hay que enseñar que no todo por el fracaso se ha perdido. José Martí dijo a su sufrida madre por su destierro, que pensara que entre espinas nacían flores. Digamos que la escuela no está diseñada para el fracaso, y su objetivo primordial está en contribuir eficazmente en la formación integral del estudiante. El número de deficiencia registrado por MEDUCA tiene necesariamente que llamar la atención. Urge un seguimiento estricto de la labor desarrollada en las aulas, pues la improvisación y la ineficacia están ocupando grandes espacios. En muchos casos, la deficiencia del estudiante es agravada por la negligencia del educador, que ayuno de formación pedagógica, profundiza el desastre. Urge una necesaria reivindicación del sistema educativo panameño que pareciera retardarse, pero que inexorablemente deberá llegar cuanto antes.
*DOCENTE UNIVERSITARIO